Si hemos llegado aquí, es que el nivel es por lo menos similar: alguien mucho mejor que nosotros ya nos habría masacrado. Y viceversa. Luego podemos suponer que existe cierto equilibrio de fuerzas sobre el tablero. Bien, ahora tenemos que trazar otro plan distinto al del medio juego. Si tenemos peones pasados (sin peones enfrente o en las columnas adyacentes) habrá que pelear por llevarlos hasta la octava fila y convertirlos en reina. Aquí hay demasiadas posibilidades pero hay algunas guías:
- Llevar al rey hacia donde esté la acción. Hasta ahora debería haber permanecido alejado de la batalla. Ahora tendrá que formar parte activa de las misma, como pieza de apoyo a las demás. Es absolutamente fundamental.
- Si nos quedan torres, movilizarlas hacia la parte del tablero del adversario. Siempre cae algo, en concreto algún peón desprevenido.
- Tratar de eliminar todos los peones del oponente: los peones, en el final de partida, representan el futuro del jugador: un contrincante sin peones depende exclusivamente de las piezas que haya en el tablero.
Y no hay mucho más que decir. Hay que aprovechar los errores ajenos y esperar. No equivocarse, ahora más que nunca, pensar mucho cada movimiento y mantener la iniciativa.
Aunque vamos a ser realistas: puede que la situación nos sea verdaderamente desfavorable o se complique demasiado. No debemos tirar la toalla: el jugador con ventaja siempre se confía en el final de partida, y sin embargo es el único que tiene algo que perder. Si las cosas nos van definitivamente mal hay que buscar las tablas con total descaro e impunidad. Medio punto es medio punto.
Si la cosa evoluciona en cierta igualdad habrá un momento en que, si nadie ha dado Jaque Mate, quedarán sólo unas pocas piezas en el tablero. El objetivo del final de partida debería ser llegar a una de estas situaciones (desde nuestro punto de vista):
- Rey y reina contra rey
- Rey y dos torres contra rey
- Rey y torre contra rey
- Rey y dos alfiles contra rey
- Rey, alfil y caballo contra rey
En estas circunstancias, el jugador que tenga la ventaja material habrá ganado la partida: estas situaciones tienen todas un procedimiento algorítmico para dar Jaque Mate al adversario. Hay que aprenderlo, no queda otra. Pero suele ser sencillo, al menos los tres primeros de la lista son relativamente fáciles de aprender. El resto son en modo experto :-P
Puede ser que todas las piezas mayores sean eliminadas y sólo queden sobre el tablero los reyes y los peones. Estos finales son complicados (además de preciosos y muy emocionantes), pero si nos sabemos defender bien, terminaremos por coronar nuestros peones. Los finales de peones son extremadamente difíciles de aprender a resolver, pero una vez que se aprende es un juego de niños. No puedo explicar aquí unas guías para no eternizarme (pero si a alguien le interesa, que lo diga y escribiré ese artículo aunque sea lo último que haga :-P).
La rendición
Personalmente, no soy partidario de la rendición, aunque en las partidas informales no pasa nada por ahorrarnos sufrimiento. En los torneos la cosa cambia: hay que vender cara la piel, porque nunca se sabe. Precisamente me viene a la memoria la final de un torneo local hace unos cuantos años, el jugador S contra el jugador F. El jugador S se equivoca estrepitosamente y pierde la reina en la décima jugada. Lo lógico es rendirse, pero S intenta aguantar. En el medio juego, S captura la reina de F gracias a una descubierta a la desesperada. F se desestabiliza, se pone nervioso y comete errores, y S está allí esperándole. Al final, el jugador S gana la partida y el torneo.
Por cierto, que meses después de aquella victoria épica, el jugador S decidió tomarse un descanso. No podía ni imaginar que ese descanso sería definitivo… Aunque todavía hoy, sentado frente al monitor, recuerda con emoción aquellos años perdidos frente a algo tan absolutamente fascinante como un tablero de ajedrez. Pero ésa es otra historia.
El ajedrez volverá a SF.
Que poetico, casi me haces llorar con la historia de ese misterioso S xD
Yo una vez casi gano el torneo cuando iva a primaria de un juego muy raro, lo llaman tijeras o algo asi, de tablero tambien.
Yo en el ajedrez soy de los que planifican una estrategia pero no la modifican durante la batalla, y claro, al mas minimo improvisto la cago.
Yo siempre pierdo al llegar este paso, no se como me lo monto pero mi ventaja tactica durante el principio y medio juego termina en cuanto comienza esta fase =P
cuando lei tu historia sentí empatia por lo que te pasó y por lo que te pasa, también yo me dedique a jugar en muchos torneos, ahora ya no lo hago por falta de tiempo, pero es hermoso recordar la gente que conoci, las partidas más difíciles, los nervios que sientes cuando vas a revisar el pareo y sobretodo la satisfacción que te da ser un «ajedrecista»…