¿A alguien se le ocurre por qué he escrito «uno» en vez de «I» como siempre? La respuesta está relacionada con lo que les voy a contar a continuación…
Y es que en la sociedad en que vivimos, donde cada vez es más sencillo acceder a la información, parece que aún no hemos entendido que este acceso debe ser igual para todos, y muchos usuarios siguen recibiendo un portazo cuando entran a una web por muy variados motivos. Ese es el objetivo de la accesibilidad, y mejor que yo lo explican en la web de W3C (World Wide Web Consortium):
Hablar de Accesibilidad Web es hablar de un acceso universal a la Web, independientemente del tipo de hardware, software, infraestructura de red, idioma, cultura, localización geográfica y capacidades de los usuarios.
Lo cierto es que diseñar una web es una tarea complicada: nadie dijo que fuera sencilla. Y garantizar que la información será accesible a todos los visitantes potenciales requiere un trabajo extra que muchos no están dispuestos a acometer. Sin embargo, es imprescindible, en aras de la igualdad entre las personas, asegurar en la medida de lo posible el acceso uniforme a los recursos.
Las víctimas…
Todavía quedan en nuestro país muchas conexiones telefónicas de 56 kbps, aunque sea más sencillo ignorarlas y no comprimir ese jpg para que ocupe 40 KB en vez de 100. No todas las pantallas son panorámicas, y un gran porcentaje funciona aun a una resolución de 800×600. Por si fuera poco, muchos usuarios tienen la nefasta costumbre de no utilizar los mismos navegadores que la inmensa mayoría.
La otra cara de la moneda de los marginados de Internet la forman las personas de alguna manera discapacitadas. En concreto, las que más deberían tenerse en cuenta en Internet son las invidentes, puesto que la mayor parte del contenido es visual.
… y sus verdugos
Crear contenido accesible nunca ha sido tan sencillo como hoy. Si algo positivo nos ha traído la web 2.0 es la separación entre diseño y contenido. Así, por ejemplo, es posible acceder al contenido de esta web a través de un archivo RSS, que no es más que una forma estándar de describir su contenido. Con la tecnología de hojas de estilos en cascada (CSS) se ha logrado que la apariencia de un sitio pueda cambiar por completo con un solo clic. Cada vez más páginas tienen una versión para impresora, y la implementación de estas características es bastante sencilla si se utiliza un lenguaje de generación dinámica.
Pero no es suficiente. Muchas páginas siguen utilizando flash de forma indiscriminada sin ofrecer una versión alternativa en texto plano, otras están llenas de animaciones y de efectos tan originales como inaccesibles, están basadas en marcos o en tablas… hay que acabar con esta filosofía.
Con este objetivo, la W3C lleva años y años predicando en el desierto mediante la publicación de consejos, normas y estándares que garantices la accesibilidad web. Es responsabilidad de todos que el contenido que generamos respete dichos estándares o por lo menos los observe en cierta medida.
También debería ser responsabilidad de quienes desarrollan los navegadores respetar estas directrices. No se imaginan ustedes lo complicado que es hacer que algunas cosas funcionen bien en Internet Explorer, sencillamente porque no respeta muchos estándares (al menos en las versiones anteriores al 7). Cualquiera que haya diseñado una web sabrá lo sencillo e intuitivo que es lograr que los png con transparencia se vean correctamente en el IE… (gritos de pánico).
En la próxima entrada concretaremos algo más todo esto y dejaré algunos enlaces útiles.
Pero, ¿que tiene que ver con la accesibilidad el cambio en el título? No te sigo…
Yo tampoco pillo de lo I…En alguna cultura no se identifica I con el numero uno? Digo yo que I es mas accesible que la palabra, no?
No sera porque los programas de lectura para gente con discapacidad visual leerían «i» en lugar de «uno»???
¡¡Premio!! :-D
Ahhhh, ¿No saben leer números romanos? Hay que mejorar esos programas…
Todos sabemos q los ordenadores hacen muchas cosas y muy bien, pero ponles a resolver la ambigüedad más tonta y verás… yo he leido en este blog varios post sobre el tema muy interesante. (No es fácil la mejora que propones)
Aunque lo mismo «La cocinera» si este preparada para superar la ambigüedad. Alguien debería proponerla en la ONCE.