Cada día más humanos

Cada vez se parecen más a nosotros. Desde azafatas electrónicas hasta juguetes de nueva generación tan realistas que resultan inquietantes, todos son productos de una obsesión creciente y un poco preocupante por que los robots sean cada vez más parecidos físicamente a las personas.

A un nivel básico, el que un autómata sea antropomorfo es bastante conveniente: utilizar nuestra propia constitución como modelo para los robots en lugar de cualquier otra hace que las máquinas sean más cercanas y más sencillas de comprender, utilizar y manipular, pues nos es más sencillo relacionarnos con algo que se parece a nosotros. Y es más fácil provocar la ilusión de que una máquina es inteligente si se parece a un humano. Somos así.

Sin embargo, existe una especie de ceguera con respecto a este parecido, y últimamente observo que los ingenieros están muy interesados en que los robots se parezcan absolutamente a los humanos: hay que imitar rasgos faciales, expresiones y movimientos… lo cual a muchos nos parece bastante absurdo.

Me pregunto por qué necesitamos que los robots se nos parezcan tanto, sobre todo cuando siguen sin ser tan potentes como cabría esperar: todavía no son capaces de resolver con eficiencia todas las labores domésticas, ni siquiera les hemos enseñado a hablar con corrección… ¿para qué queremos entonces que sean iguales a nosotros? Es empezar la casa por el tejado: disponemos de preciosos androides clavaditos a su ingeniero jefe que no son capaces de hacer nada. Dicho de otro modo ¿para qué queremos un coche precioso si no tiene motor?

¿Por qué no nos ocupamos primero de lo verdaderamente importante? ¿Por qué no nos esforzamos en obtener un robot que sea capaz de hacer algo y de hacerlo bien? Luego ya nos ocuparemos de que sea guapo. Supongo que el motivo es bastante sencillo… es mucho menos espectacular un Asimo que un Actroid… aunque sea bastante más útil.

¿Que qué he dicho? Les hablo de estas dos criaturas. Por un lado el Asimo, de Honda:

asimo.jpg

Y el Actroid:

actroid.jpg

A simple vista todos nos quedaríamos con éste :-P El hecho es que Asimo es capaz de correr, mover mesas y bandejas, y aunque Actroid habla cuatro idiomas no puede ni andar… (pero eso sí, responde algunas bromas…)

Robots como este último están bien para lo que valen: conseguir publicidad, una mención en los informativos y que algunos empresarios paguen 800 dólares diarios por tener una recepcionista (con ese salario, ya puede ser buena…). Sin embargo, quizás deberíamos dirigir nuestros esfuerzos a conseguir robots que sean capaces de ayudarnos o de hacer algo que nosotros no podamos. En este sentido iniciativas como Asimo van por el buen camino: construir máquinas que realicen trabajo “físico?, que es el más peligroso para nosotros y para el que un robot puede estar mejor preparado.

A veces camina un poco como Chiquito de la Calzada, pero resulta bastante convincente… A mí me gusta más que la azafata-que-no-puede-caminar, aunque supongo que es efecto del famoso “Valle Inexplicable?, consecuencia del hecho de que percibimos como extraños o amenazantes a los robots que se parecen mucho a nosotros…

Este gráfico (Wikipedia) relaciona la respuesta emocional de los humanos con el antropomorfismo de un robot. Además, lo explican francamente bien en este artículo.

valle.gif

Curioso, ¿no les parece?

  1. No sé, yo creo que es un amor imposible, él demasiado bruto y ella demasiado pija. Más o menos como tu y yo ¿no?

    Gracias por el comentario :-)

  2. ¿Yo pija? ¿Pero cómo te atreves a insultarme si soy tu más fiel admiradora blogueril? ¡Sinvergüenza! (cuando te pille te vas a enterar…) ;-)

  3. La gráfica del «valle inexplicable» es tremendamente curiosa, creo sobretodo porque refleja perfectamente un sentimiendo con el que me identifico perfectamente, y que se puede extrapolar a muchos campos.
    Los personajes (y la pelicula) de Shrek fue (son) un exitazo: un ogro y un burro que hablan. Luego sacan «Final Fantasy» (la pelicula) con un derroche tecnologico impresionante para expresión facial, modelado, simulación de fisica, etc… y la gente salia del cine echando pestes…. jeje.

    Pero no estoy de acuerdo con lo de «inexplicable». Si sabes que NO es un humano, lo mejor que puedes hacer que parezca NO-humano, de lo contrario el instinto anti-engaños del que disponen todos los seres vivos (me incluyo entre ellos :D) y que nos permite diferenciar a una persona de un lobo-disfrazado de persona, nos pone sobreaviso….. «ojo!! que este no quiere na bueno!! » :)

  4. Estoy con Trebol-A en que el «valle inexplicable» no es tan inexplicable, sino una simple medida de defensa. La verdad es que hay robots por ahi que dan verdadero miedo, con la boca entreabierta y la mirada perdida…

    A mí me dan pánico las muñecas. Es verdad, me inquietan mucho, no puedo mirarlas…

    Un saludo y gracias por el comentario :-)

  5. Ese efecto me pasa con las muñecas de porcelana, no se si son las mismas a las que se refiere Pau. Dan una esgrima. Por mi parte, creo que nunca se deberian hacer robots con aspecto parecido al humano en el caso de que se consiga una Inteligencia Artificial minima. Ya has suficientes problemas en el mundo con las personas, si las maquinas obtuviesen sentimientos, deberiamos tratarlos como personas? Y si encima tiene aspecto humano ya me diras. Deberiamos proporcionarles como mucho la creatividad, pero claro, si les proporcionamos creatividad ellos mismos podrian llegar a desarrollar todo lo que nosotros no les proporcionaramos??
    Puf, es un tema con mucha chica, me pasaria horas hablando de ello, en clase de filosofia tuve negra a la profesora con ese aspecto xD

  6. En efecto, son las de porcelana. De hecho, recuerdo que un día vi en las noticias a un gran coleccionista de muñecas. Toda su casa estaba repleta de niñas de porcelana de cara blanca y mirada ausente, pero a él le resultaba encantador. A mí me aterrorizaría vivir en una casa así.

    El tema de si podemos dotar a las máquinas de una inteligencia igual a la humana es bastante complicado: de hecho los mismos investigadores no se ponen de acuerdo sobre lo que podemos considerar inteligencia. Es bastante posible que en unos años existan aplicaciones capaces de reconocer patrones, figuras y letras (aunque estén torcidas o modificadas), pero tendremos que esperar mucho más para que las máquinas tengan sentimientos como nosotros.

    Además volvemos a la cuestión ¿realmente necesitamos construir clones nuestros, o lo hacemos para creernos Dios?

    Sigue machacando a la profesora de filosofía, hay para rato xD

    Un saludo y muchas gracias

Los comentarios están desactivados.