La última noche en blanco

Pasé en blanco la noche anterior al último examen. No podía dejar de pensar en cuánto iba a cambiar todo. Al día siguiente, habiendo dormido apenas quince minutos, logré aprobar, me tomé una cerveza y me fui a la cama. Había terminado mi ingeniería en informática.

Así que a finales de mayo, con el proyecto de fin de carrera todavía pendiente, volví a Santander. Y entonces simplemente me senté en la playa, sentí el mar, el sol, el viento y la lluvia. Respiré hondo. Quise quedarme allí para siempre.

Cuando acabó junio viajé a Barcelona, de Barcelona a Roma, de Roma a Barcelona y de Barcelona a Madrid, de Madrid a Salamanca y de Salamanca a Madrid, de Madrid a Granada y de Granada, finalmente, a Barcelona. Quise quedarme allí para siempre, y no era la primera vez.

Así que me quedé. Y aquí estoy ahora, a la salida de dos años en los que apenas he tenido tiempo de respirar, descubriendo que prácticamente he olvidado escribir y que ni tan siquiera sé sobre qué podría hacerlo. Creo que he vuelto. Aunque el proyecto sigue pendiente.

Vandalismo cualificado (III)

El lunes me concedí el lujo de pasar parte del día en Vitoria, una ciudad que me encanta y en la que además siempre descubro algo nuevo. Como esto:

No sé muy bien por qué, pero me encanta. Qué derroche :-)

Amaurosis scacchistica

Debía de llevar ya dos años sin haber perdido una partida. Estaba jugando probablemente el mejor ajedrez de mi vida, estudiando bastantes horas y jugando muchas otras. Hasta que de repente, un día, en el transcurso de una final, me quedé totalmente en blanco. Abandonaría minutos después, tras encadenar varios errores inexplicables.

Tarrasch, que además de un gran maestro de ajedrez fue médico, habría diagnosticado un claro caso de amaurosis scacchistica o ceguera ajedrecística, enfermedad que definió como un estrechamiento concéntrico de la consciencia. En la práctica significa que el jugador pierde la visión global del juego y acaba cometiendo un error espectacular. No es un simple despiste, sino un desvarío en toda regla. Uno no llega hasta la final de un torneo y luego pierde la dama y una torre en dos jugadas así como así (ejem). Simplemente es que no ve tablero. Lo diferencio de una distracción o de un error normal y corriente porque a diferencia de estos últimos, la ceguera suele producirse por un exceso de concentración: muchas horas delante de los libros, muchas horas delante del tablero… y de repente te encuentras rindiéndote y levantándote de la mesa mientras la concurrencia se interroga en voz alta sobre cómo es posible que hayas llegado a la final.

Hay muchos ejemplos célebres de ceguera ajedrecística. Mi favorito es de una partida de Petrosian, precisamente porque tenía fama de ser un jugador increíblemente sólido, cuyo dominio del noble arte de la defensa llegó a desesperar a muchos grandes campeones. Kasparov escribió de él aquello de:

A veces la mejor defensa es la mejor defensa

Y no se equivocaba. Bueno, Petrosian jugaba contra Bronstein, y simplemente viendo el tablero se puede saber que el primero lo hacía con las blancas. Los peones del flanco derecho en diagonal, protegiéndose unos a otros, con el alfil entre líneas protegiendo al caballo que además sirve para bloquear el peón de e5 (que podía comprometer la defensa blanca), al tiempo que defiende el peón de f2 (que es el más débil de la estructura), y apoya a la dama. El caballo de d5 evita el avance del peón de b7, apoyado por las torres de b1 y b2, las cuales ayudan a defender también f2. Joder. Me dejaría matar por jugar una sola partida con tanta belleza.

Bueno, la cosa estaba como muestra el siguiente diagrama. El último movimiento de las negras había sido 35. …Cd4-f5, así que amenazaban capturar la dama con el caballo:

Y en ese momento, Petrosian decide jugar 36. Ce4-g5??, las negras responden capturando la dama y el campeón se retira. Épico. El diagrama lo he copiado de la Wikipedia, donde hay algunos ejemplos más bastante dramáticos (aunque en el fondo son divertidos).

Otra curiosa enfermedad asociada al tablero es el llamado Síndrome de Kótov, que básicamente sucede cuando, después de analizar durante un buen rato las variantes de un movimiento, mira uno el reloj de reojo, se pone nervioso y acaba jugando lo primero que le viene a la cabeza. Eso también me pasó un par de veces :-P

De copas con Wolfram Alpha

Hace un tiempo escribí un artículo sobre el procesamiento del lenguaje natural en el que hacía mención a algunos motores de búsqueda que habían dado pasos importantes en este sentido. Todo aquello venía como consecuencia del anuncio del lanzamiento de Wolfram Alpha, un buscador que prometía un salto cualitativo en la forma de buscar información en Internet.

Lo cierto es que creo que ni ellos explicaron muy bien lo que habían hecho ni yo entendí bien lo poco que habían explicado, lo cual no impide que el resultado siga siendo absolutamente espectacular. Más que un sistema experto en el manejo del lenguaje natural y la recuperación de información, como parecía sugerirse en un principio, han desarrollado una herramienta que permite obtener información de una base de conocimiento de forma similar a como se hace en un buscador tradicional. La diferencia es que el resultado a una consulta no son las páginas en las que se puede obtener la respuesta, sino la respuesta en sí, y que el conocimiento es introducido de forma controlada en el sistema –es decir, no se obtiene automáticamente rastreando documentos en Internet–.

Para ver un poco las posibilidades del invento el otro día estuve haciendo algunas pruebas, y lo cierto es que estoy impresionado. No voy a extenderme mucho porque hay ejemplos para aburrir, pero por dar una idea, podemos preguntarle por el «ahora» y nos devolverá la fecha y la hora actual, las horas del amanecer y el anochecer y hasta un reloj (los enlaces de las imágenes abren la búsqueda correspondiente):

Más cosas. Viniendo de la gente de Wolfram, no podían fallar las matemáticas. Por poner sólo un ejemplo entre miles, puede resolver integrales indefinidas:

Además de en matemáticas, física, ingeniería y demás familia, es bastante potente en cuanto a geografía. Así, es posible buscar información sobre ciudades o países, o por ejemplo, obtener los terremotos cerca de una zona para una fecha determinada:

También ofrece datos climáticos pasados y la previsión meteorológica para los próximos días:

Otra de las operaciones que permite es la de comparar conceptos. Por ejemplo, tres idiomas:

Y también resuelve consultas menos… convencionales: ¿he bebido demasiado como para conducir? Si te sorprendes a ti mismo preguntando a un ordenador, la respuesta probablemente sea afirmativa.

¿Conclusiones? Pues como todo tendrá sus carencias, pero la idea y el resultado son excepcionales. La forma de recuperar la información es muy sencilla y rápida, y los resultados son muy completos, especialmente los relativos a ciencias e ingeniería –supongo que son las áreas que más se prestan a este tipo de herramientas– así que creo que nos vamos a llevar muy bien :-)

Quizá lo único que me plantea dudas es si será necesaria demasiada intervención humana para mantener o actualizar el conocimiento del sistema, porque por ejemplo, hay áreas sin desarrollar todavía… quizá esto pueda suponer un problema a la larga. Sea lo que sea, el tiempo lo dirá. Porque se lo he preguntado a Wolfram Alpha y él tampoco lo sabe.

A mí háblame en lenguaje natural

El uso del lenguaje natural ha sido tradicionalmente una de las grandes asignaturas pendientes de la informática en general y de la Inteligencia Artificial en particular. En principio, incluso los canis son capaces de comunicarse verbalmente con mayor o menor eficacia, de modo que parece una aspiración muy razonable el que algo que pretenda ser considerado inteligente sea capaz, por lo menos, de hablar.

Con todo, parece que últimamente se le empieza a dar más importancia a la interacción natural y fluida con los ordenadores, y un paso más en este sentido podría ser Wolfram Alpha, un motor computacional que en teoría será capaz de proporcionar respuestas exactas a preguntas que le sean formuladas en lenguaje natural. La revolución viene precisamente de que, hasta la fecha, para resolver una pregunta necesitamos encontrar el documento en que esté escrita su respuesta. Lo cual a veces puede ser complicado.

La clave de este sistema reside doblemente en la interpretación del lenguaje: por un lado necesita entender la pregunta que realiza el usuario. Por otro, necesitará mantener una base de conocimiento obtenido fundamentalmente de Internet, para lo cual es necesario a su vez procesar el contenido textual de los documentos de la red. Que es la madre del cordero.

De este tipo de cosillas se encarga una disciplina que denominamos Recuperación de la Información (Information Retrieval o IR en inglés), que abarca desde la informática a la documentación, pasando por la lingüística o la semiótica, cuyo principal cometido es tratar de encontrar formas de obtener conocimiento de bases de datos no estructuradas, como Internet. Sin embargo, el análisis de esta información es tan complejo que en un momento dado se pensó que sería más fácil que los humanos estructuraran correcta y formalmente su información que pretender que una máquina obtuviera datos de esa maraña caótica que es la red.

Más o menos así nació el concepto de web semántica, o lo que algunos llaman ya web 3.0 (vamos a tener tontería para rato). Para que lo entendamos, la idea es que si escribo mis datos de contacto en mi página web lo haga con un formato específico, de manera que incluso una máquina pueda entender que esa porción de información es mi tarjeta de visita y sea capaz, por ejemplo, de extraer mi teléfono automáticamente y ofrecer al usuario llamarme.

Y de momento, esto es lo mejor que se nos ha ocurrido para mejorar la forma en podemos obtener información de Internet. Sin embargo, el paso que habría dado esta gente con su motor de conocimiento supondría que podemos prescindir de adaptarnos a las máquinas y podemos hacer que las máquinas de adapten a nosotros. Ahí es nada.

Hace tiempo que Powerset, hoy propiedad de Microsoft, presentó un buscador muy interesante en la misma línea. Hoy lo recordé y estuve jugando un rato. Tiene sus lagunas, pero en general no funciona nada mal. Sin duda es un planteamiento tan prometedor como su tecnología…

Es de suponer que si esto sigue evolucionando de esta manera, la Inteligencia Artificial dará un paso adelante y la menospreciada inteligencia humana dará varios hacia atrás: ya ni siquiera será necesario saber buscar información, sólo preguntarla :-P

También es posible que sólo estemos ante humo. En informática es por desgracia tan frecuente que hasta tenemos una palabra específica para ese tipo de productos: vaporware.

Encontré este interesante artículo en Menéame.

¿Qué es el tiempo?

Hace ya más de tres años escribí un artículo sobre un programa de Redes, en el que trataron ciertos aspectos relativos a la memoria humana y a cómo está relacionada con nuestra percepción del tiempo. Los científicos parecen estar de acuerdo en que sentimos que el tiempo pasa más despacio cuando lo llenamos de experiencias novedosas, lo que explica por ejemplo por qué sentimos que los días pasan más rápido conforme nos hacemos mayores (snif), o por qué recordamos hechos traumáticos como una duración mayor de la que en realidad tuvieron.

Últimamente he invertido algunos ratos libres en ponerme al día con Redes, aprovechando que ahora publican los programas en su blog y no hay que estar despierto hasta las dos de la madrugada. En su programa número 20 titulado «Qué es el tiempo» entrevistaron a David Eagleman, director del Laboratorio para la Percepción y la Acción de la Escuela Médica de la Universidad de Texas.

La principal consecuencia que se puede extraer de sus estudios es que el cerebro obtiene información de muchos sentidos a velocidades muy distintas, y necesita hacer cierto trabajo para unir todas estas percepciones en una sola. En la entrevista, Eagleman pone un ejemplo que me parece muy significativo:

En los primeros tiempos de la televisio?n, los ingenieros estudiaban co?mo se podi?an enviar las sen?ales de audio y las visuales, y asegurarse de que estuvieran sincronizadas. Lo que descubrieron por casualidad es que no es necesario que este?n sincronizadas porque hay una ventana de una de?cima de segundo en la que las sen?ales pueden estar desfasadas pero el cerebro de los espectadores las sincronizara?.

Es decir, que nuestra percepción de la vida siempre va un poco por detrás de la realidad. Pero hay más:

La consecuencia es que cuando pensamos que se produce el «momento ahora», el «momento ahora» ya sucedio? hace mucho tiempo y las sen?ales cerebrales se han ido moviendo, hemos tenido que recopilar toda la informacio?n, compararla y entonces es cuando vemos el «momento ahora».

En el programa dan algunas pistas prácticas para entender todo esto y pillar a nuestro propio cerebro haciendo de las suyas. Por ejemplo, cuando nos ponemos frente a un espejo y miramos nuestro ojo izquierdo y el derecho alternativamente, nunca vemos nuestros propios ojos moverse. O cuando nos observamos las manecillas de un reloj, a veces nos parece que el primer segundo tarda un poco más en transcurrir…

Hoy me he tomado el día libre. Quizá sea el primero en varios meses, pero no podía haberlo elegido mejor. Hace un tiempo maravilloso. Hoy las horas están pasando lentas, llenas de experiencias olvidadas por culpa del invierno y del trabajo, la mayoría de ellas tan sencillas como dar un paseo, cocinar despacio, sentarse a escribir sobre lo que quieres o simplemente pensar.

Actualización: En los comentarios Trebol-a me da el soplo de que en el canal RSS de blip.tv están disponibles los archivos con los programas en formato mov, de manera que pueden descargarse :-) ¡Gracias!

Jornadas sobre software libre en Barcelona

La ASSL (Asociación de Soporte al Software Libre de la Escuela Universitaria Politécnica de Mataró) organiza a partir de mañana y durante esta semana unas jornadas sobre software libre que me han parecido muy interesantes, en las que participarán algunas empresas y organizaciones vinculadas a este mundo.

El programa es muy variado, yo en concreto no me perdería la charla sobre software libre en la empresa y alguna más que hay sobre el tema. Creo que es uno de los temas más interesantes que podemos plantearnos a fecha de hoy, al tiempo que puede ser una respuesta innovadora a alguno de los problemas que están sufriendo algunas empresas en los últimos tiempos…

También hay talleres sobre aplicaciones o tecnologías concretas, si estuviera a menos de 800 km de Mataró me encantaría asistir al de telefonía móvil y a los de gestión de contenidos para web (con Joomla y Drupal). Bueno, en todo caso creo que lo mejor es que os miréis el programa y si podéis os deis una vuelta por las jornadas.

Espero que lleguéis a tiempo para inscribiros y que luego alguien vuelva por aquí a contar qué tal ha ido y envie fotos :-). Quiero dar las gracias a J. Pedrosa por informarnos de las jornadas (y pedirle perdón por tardar tanto en publicar la noticia, espero llegar a tiempo).

Nosolofraile

Atención: Este artículo fue publicado el 28 de diciembre, fecha en cual en España es costumbre gastarse bromas entre amigos o conocidos. Este artículo es una de esas bromas.

Creo que cada vez llevo peor la presión, y este año he tenido más de la que puedo soportar. Trabajar y estudiar es duro para cualquiera, y si en el tiempo libre tienes que dirigir una página sobre canis la cosa se complica.

Las clases son frustrantes. El trabajo agobiante. Así, las horas de sueño disminuyen al mismo tiempo que aumenta el número de cafés diarios. Un servidor que se cae. Un programa que no funciona. Una práctica entre medias. La contabilidad del año. Ponme un café con leche y hazme factura, Paco. Al final acaba uno queriendo matar a alguien.

El otro día estaba algo de los nervios, así que me metí en una iglesia a buscar poca cobertura y algo de paz interior. Y allí, en las tinieblas del templo, sentí una llamada, una voz interior. El cielo se tornó claro y un rayo de sol se coló por las vidrieras. Y entonces lo vi claro…

Estoy escribiendo esto desde mi celda en el monasterio de los padres dominicos en la Peña de Francia, en Salamanca, donde ingresé el viernes. Me han prometido un plato de comida y una cama a cambio de ayudar en la biblioteca, y a mí me ha parecido justo. El resto del tiempo lo dedicaré a hablar con Dios (lo cual después del Lisp parece sencillo), y a cuidar el huerto. Las vistas son una pasada y no hay vecinos.

Lo he pensado despacio y todo son ventajas. También voy a hacer voto de silencio, así que ni siquiera tendré que hablar si no quiero. Y lo de la pobreza, la castidad y la obediencia no me importa tanto. Hay cerveza.

Para que el mundanal ruido no entorpezca mis oraciones, voy a deshacerme también del ordenador, así que a partir de mañana este blog seguirá escribiéndose en un taco de folios que tengo en mi mesa. Se me ha ocurrido que os podéis suscribir por correo ordinario. Enviáis una carta al monasterio (indicad «RSS» en el sobre) y cuando publique un artículo os lo remitiré a todos por carta y esperaré los comentarios.

Et in terra pax hominibus bonæ voluntatis. A los otros que les den.

Inocente

Vandalismo cualificado (II)

Me encantan las contradicciones. Y siento una especial debilidad por las que surgen de los actos más o menos vandálicos en las formas que demuestran gran inteligencia en el fondo.

Escribo todo esto porque Misslucifer, una vieja conocida de muchos de vosotros, me acaba de enviar la siguiente fotografía, tomada hace unos días en Lisboa (¡gracias!):

Cuyo texto transcribo a continuación:

Tourists: respect the portuguese silence or go to Spain!

Creo que sobran los comentarios :-P