Teletubbies en concierto

Hace tiempo que comenté por qué no se deben enlazar imágenes directamente desde otro servidor, y las medidas que había tomado para limitar el uso que se pudiera hacer de las imágenes de Nosololinux. Sin embargo, con la mudanza de hace unos meses olvidé reactivar las contramedidas en el htaccess, de modo que la veda se ha abierto de nuevo.

El otro día descubrí un enlace entrante desde un post escrito en un depurado hoyganés (espero que lleguéis a tiempo para ver la sorpresa que les he preparado) sobre un concierto de Iron Maiden al otro lado del Atlántico. Dicho post abría con una imagen del concierto tomada de mi entrada sobre el concierto que vimos hace ya más de un año en Barcelona. En principio no me importa en absoluto lo que se haga con el contenido de este blog, siempre que por lo menos se cite como fuente. Pero algunos, además de no reconocer el trabajo ajeno, lo enlazan directamente. Y claro, no estoy dispuesto a que se pasen mi licencia por el forro y encima con mi propio ancho de banda. Todavía no ha llegado ese día.

Así que dejé un comentario en la entrada en cuestión expresando mi descontento. Pronto recibí una respuesta a la altura de las circunstancias, en la que el autor del apunte venía a decir:

  1. Que copió la foto de Google y ni se molestó en ver la entrada, así que no sabe de qué le estoy hablando.
  2. Que posiblemente ni siquiera yo hice la foto (al final resultará que se la copié yo a él)
  3. Que si la hice yo, sencillamente no le importa (concretamente, que «le vale verga«)
  4. Que todo es un invento para promocionar mi blog (ésta es mi favorita)
  5. Que chingo a mi madre (¿para qué molestarse en argumentar?)

En fin… yo no sé si me explico, pero es una chingada trepar una foto o cualquier mamada que tomé y que un pinche la copie chingona y nomás copie la dirección sin treparla a su servidor pendejo, madre, y sin poner pedo de quién la tomó, es una gran chingada y no vale verga. Y nomás insultarme cuando protesto es una pendejada.

Por eso, güey, decidí devolverle la chingada y trepar otra foto a mi servidor con el mismo pedo de nombre. Y por si acaso lo cambiaran nomás, saqué un par de fotos de recuerdo. Ésta es del antes (clic para ampliar):

Chingada

… y ésta del después (también clic para ampliar):

tinki_pendejo1.png

Espero que disfrutaran el concierto de los Teletubbies. Dicen que estuvo bien chingón. Y recuerden: nunca chinguen a un informático pendejo con la tarde libre porque pueden ser ustedes los chingados.

Actualización: tras casi 20 horas mostrando la imagen del mítico concierto de los Teletubbies, ha sido sustituida por otras dos fotos, también copiadas de este blog sin citarlo como fuente, aunque esta vez, eso sí, están debidamente subidas en Blogger, así que parece que han aprendido la lección… ¿escuece mucho?.

Por cierto, espero que no sigan por ese camino porque apostaría a que el blog en cuestión viola algunos puntos de la política de contenido de Blogger.

Actualización (4 de marzo de 2008): Menear el artículo (¡gracias!). Sí que está llegando lejos la cosa…

Java y Solaris, en la USAL

Mañana viernes 29 tendrán lugar dos clases de alto nivel impartidas por personal de Sun Microsystems en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca.

Masterclass de Sun

La primera clase tendrá lugar desde las 9 hasta las 14 horas, centrándose en la tecnología Java. La segunda, por su parte, versará sobre el sistema Solaris y se extenderá entre las 15 y las 20 horas. Al parecer también comentarán algo sobre los convenios de formación con Sun y sobre las certificaciones oficiales, así que puede ser muy interesante.

Personalmente, creo que intentaré estar por lo menos en la sesión de la mañana. Siempre se aprende algo y además puedes ser testigo de momentos extraordinarios, como cuando a un representante de Microsoft se le colgó el ordenador o aquella vez en que una profesora convenció a un ponente de que su propia tecnología era una basura. Por cierto, que también era de Microsoft, qué cosas…

Cometer errores es humano, pero…

… para estropear realmente las cosas necesitas un ordenador

Paul Ehrlich

Esta es una de esas historias que hacen que me plantee si el mundo está definitivamente desquiciado o soy yo el raro. Empezando por el principio, tengo la intención de viajar a Barcelona unos días, aprovechando las vacaciones de Semana Santa. Como ahora vivo en Salamanca, hay un tren diario que une las dos ciudades a un precio asequible, aunque tarda nada menos que 11 horas.

Desde hace años esta venía siendo mi única forma de moverme entre las dos ciudades, aunque últimamente –sí, me hago viejo– había empezado a viajar haciendo escala en Madrid, lo que podía acortar el viaje hasta dejarlo en unas 6 horas. Llegaba a la capital en autobús y desde allí el tren Alvia tardaba un poco menos de 4 horas en dejarme en el centro de Barcelona, a un precio bastante decente.

Hasta aquí todo normal. Como seguramente sabréis, hace unas semanas se inauguró el tren de alta velocidad entre Madrid y Barcelona. Parece una buena noticia, una vez olvidados los graves trastornos que las prisas por terminar las obras antes de las elecciones causaron en la vida de miles de personas. Digo que parece, porque Renfe ha suprimido el resto de trenes entre estas dos ciudades, salvo el servicio nocturno. Ahora sólo se puede viajar en AVE. Con un par.

No entiendo muy bien las razones de esta decisión. Supongo que Renfe conseguirá su objetivo de hacer la competencia al puente aéreo, aunque me temo que será a costa de hacer inaccesible este trayecto en tren a las personas con menos recursos, que casi seguro se verán obligados a viajar en autobús. O en coche. Ya había un medio de transporte a un precio razonable que unía Madrid y Barcelona en apenas 4 horas… ¿por qué borrarlo del mapa? No todos necesitamos hacer el trayecto en un par de horas.

Pero en fin. El hecho es que este panorama supone en la práctica que me tendré que olvidar de mi ya habitual escala relámpago en Madrid y volver al interminable y habitual viaje en tren. O bueno, puedo seguir haciéndolo, pero prefiero ahorrarme ese dinero y utilizarlo en pagar el hotel o lo que sea.

El hombre contra la máquina

Hace unos días me dispuse, en efecto, a dejar comprados los billetes de mis vacaciones, y pensé que podría viajar en litera en un tren nocturno que une Salamanca y Barcelona los fines de semana. El viaje suele hacerse más liviano –siempre que no lo compartas con algún cerdo pestilente– y desde luego es más barato.

Así que tras un rato largo utilizando la nueva e insufrible web de Renfe –de la que ya había leído maravillas– consigo hacerme con un billete por 35 €, pillando por los pelos la dichosa tarifa «estrella». Pero algo me para en seco cuando veo el PDF que me envían. Tengo una plaza sentado en preferente y yo quería viajar en litera. Sin embargo no recuerdo haber elegido asiento en la web. Vuelvo a comprobarlo y en efecto: no es posible elegir camas. Pero no te informan de ello por ningún sitio.

Con esa cara de imbécil que se me queda a veces llamo a atención al cliente para contarles lo que me ha sucedido. Entonces me replican que la web de venta de billetes todavía no permite comprar plazas en camas y que lo que tengo que hacer es cancelar el billete (por lo que me deducirán el 30% del importe) y comprar uno en la estación. Pienso que me explicado mal y le repito que lo que yo quiero es cambiarme de plaza en el mismo tren, y como mucho eso llevaría asociado un recargo del 15% (que tampoco estoy dispuesto a pagar, porque la web no informa de esto por ningún lado). Se me ocurre que puedo ir a la estación y cambiar mi billete, como se hacía de antes. Pero no. Un billete comprado por Internet sólo puede cambiarse por Internet, y por Internet no puede comprarse litera. Así que ahí te quedas con tu plaza sentado, chaval.

Al final me resigno. En el teléfono de atención al cliente de Renfe no pueden hacer nada porque sólo se dedican a información de horarios y reservas. Si quieres cagarte en sus muertos tienes que ir a la estación, (pero eso sí, para comprar te vale cualquier vía).

Me planto en la estación y le explico mi caso a la empleada, que me da la razón, al igual que el responsable de la oficina. Ambos –impecables, por cierto– me sugieren que presente una reclamación allí y otra por Internet y que exija la devolución íntegra del billete. Así que dejo mi queja por escrito y me vuelvo a casa, después de haber comprado un billete en litera en taquilla. Malditos.

No tengo esperanzas de lograr que me devuelvan el 100% de mi billete, pero aun así decido formular otra queja por Internet, cuya respuesta, una semana después, sigo esperando. Incluso asumiendo que fue culpa mía haber comprado el billete en asiento sin asegurarme debidamente, no hay una sola indicación al respecto en la web. He adquirido un título de transporte con Renfe y la compañía es la misma en todos los casos, por Internet y en el Mundo Real™, por lo que no entiendo por qué no puedo cambiar simplemente mi billete en la estación. Interoperabilidad de la buena.

En fin, no le veo la lógica por ningún lado. Estos inventos modernos…

De exámenes, alcohol y despropósitos

Fue en julio de 2006 cuando abandoné la facultad después de haber realizado el último examen de la carrera. Por delante me esperaba un año algo incierto para trabajar y terminar mi proyecto. Y a eso me dediqué.

Ahora, año y medio más tarde, he vuelto a enfrentarme al fantasma del examen, esta vez estudiando la ingeniería superior en informática. Creo, en fin, que ya no soy el mismo… las neuronas no me funcionan, definitivamente, igual que hace unos años. Y además trabajo. No… estudiar ya no es lo mío.

Este martes hice el último examen de la convocatoria, y después de unos cuantos años estudiando todavía sigo asombrándome. Cosas veredes, Sancho. En efecto.

El caso es que al entrar al aula nos ordenaron dejar aparte las mochilas, teléfonos… y las calculadoras, que en principio -eso nos aseguraron- no hacían falta. El examen comenzó con algunas preguntas sobre teoría, con las correspondientes advertencias sobre la necesidad de limitarse al espacio en blanco de cada pregunta (debe de haber pocas ganas de corregir) y ese tipo de cosas, mientras yo me preguntaba si se valoraría más mi conocimiento de la asignatura o mi habilidad para expresarlo en cinco líneas.

Con la parte práctica las cosas comenzaron a ponerse (más) complicadas… en mi caso, llevaba media hora de examen y me dí cuenta de que había entendido mal el enunciado de la primera cuestión, si bien éste podía haber sido más claro.

El tiempo era muy limitado y seguía corriendo. Los profesores se encontraban en la mesa frente a mí, utilizando el ordenador y hablando en voz alta. Risotadas. Podía oler el pestazo a alcohol de uno de ellos -el que más se reía, qué cosas- desde tres metros de distancia. Las 19:30, hora de entregar, llegaron rápidamente, y apenas había hecho un cuarto del examen. Dos o tres personas entregaron entonces su ejercicio.

Al cabo de un rato, ya que nadie parecía dispuesto a irse, la profesora anunció que nos dejarían un rato más… la mayoría no habíamos alcanzado ni la mitad del examen. Eso sí, para favorecer nuestra concentración, los profesores que vigilaban el examen siguieron hablando.

En aquella situación, elijo las preguntas en las que puedo sacar algo. Más dudas en el enunciado. Levanto la mano para preguntar y la responsable no se encuentra en la sala -se supone que había ganas de fumar-. Al cabo de un rato largo puedo preguntar algunas ambigüedades y continuar.

Prosigo con mi examen mientras quienes en teoría nos vigilan vuelven a hablar. Escucho cómo se abre una lata. Vuelvo a levantar la mano para preguntar, pero no viene nadie y me levanto. Los tres profesores están hablando y bebiendo cerveza en la última fila.

La hora se acercaba y la responsable tuvo a bien bromear sobre el hecho de que era carnaval y deberíamos entregarlo e irnos a tomar algo. Ellos ya habían empezado, por si acaso, y nos tomaban la delantera. Una lata de cerveza cayó y empezó a rodar por el suelo. La profesora decidió abrir otra y carraspeó de una forma nada discreta para que no se escuchara el chasquido. Debía de andar ya lenta de reflejos, porque no lo consiguió.

Sólo, cansado y deprimido en aquel aula, preguntándome si aquello podía ser real o era un sueño absurdo, me empecé a plantear que lo que de verdad quería era entregar esa basura y salir de allí. En varios momentos estuve a punto de levantarme. Finalmente conseguí obligarme a terminar el último ejercicio. Llevaba ya un rato haciendo cuentas en un papel con las pocas neuronas que habían sobrevivido a pleno rendimiento, cuando observo que delante de mí, alguien que me cae bastante mal está utilizando una calculadora. Me planteo si vale la pena decírselo a los responsables, demasiado ocupados bebiendo como para darse cuenta, pero no soy tan retorcido. Me pregunto cómo he sido tan estúpido como para dejar la calculadora tan lejos. Nadie más la está utilizando. Al final me callo e intento que se me quite la cara de gilipollas. Imposible.

Acabo el ejercicio. Miro el examen y pienso que será muy difícil aprobar. Lo entrego de los últimos y me marcho, una hora y media después de lo previsto. Muchos no esperaron y lo entregaron en su momento, quizá abandonando la esperanza de acabar el examen en el tiempo dado.

Mientras me tomo una copa minutos después, pienso que toda la culpa es mía. Mal diagnóstico, mala preparación, mal examen. Me prometo que no volverá a pasar y tomo nota de los fallos, tal y como hice durante años al final de cada partida de ajedrez. Se aprende más de los errores que de los aciertos. Sigo bebiendo mientras pienso que al fin y al cabo, a veces la felicidad es tan barata como una copa y las risas cómplices de los amigos.

Aunque no en horas de trabajo.

Robert James Fischer

Lo único que quiero hacer, siempre, es jugar al ajedrez.

Bobby Fischer

Hoy se nos ha ido una de las grandes figuras del ajedrez moderno, el genial Bobby Fischer, el primer y último campeón del mundo americano.

Bobby :'-(Muchos crecimos estudiando sus partidas, disfrutando con su fantástico juego y admirando su independencia. Fischer ascendió hasta la cima por sus propios medios, con agresividad, con una personalidad arrolladora que, desgraciadamente se quebraría años después.

En 1972 arrancó de manos soviéticas el campeonato del mundo en aquella mítica «partida del siglo» –de las que por cierto hay dos o tres al año, como decía mi entrenador– contra Spassky, en un ambiente increíblemente tenso y tras perder los dos primeros encuentros. Fischer se quejó por todo (los colores del tablero, las cámaras de la sala, el ruido…) y fueron necesarias complejas gestiones para que el torneo no se anulara. Finalmente, el americano se impuso con contundencia. Y luego, simplemente, desapareció.

En 1975 la FIDE (la Federación Internacional de Ajedrez) retiró a Fischer el título de Campeón por haberse negado a defenderlo frente a Karpov, quien fue coronado. En 1992 reapareció, gracias a algunos millones de dólares, para jugar una revancha amistosa contra Boris Spassky que se celebró en Yugoslavia. Sin embargo, este país era objeto de un embargo internacional, Fischer fue acusado de traición y añadido a la lista de fugitivos del FBI. En 2004 fue detenido en Japón, pero el gobierno de Islandia aceptó darle asilo político. Y allí vivió hasta hoy.

Como veis, una vida digna de una película… Tengo pendiente una entrada sobre el libro «Cómo la vida imita al ajedrez«, de Kasparov, acerca del cual ya escribí por aquí hace un tiempo. En el libro hay una pequeña biografía de Bobby Fischer de la que he extraído algunas ideas para esta entrada, y de la que quiero destacar un párrafo:

Sus dotes para el ajedrez solo podían compararse con sus dotes para la controversia, una combinación ideal o catastrófica, para la primera estrella occidental del ajedrez de la era de la televisión.

Garry Kasparov

Hoy se nos ha ido un genio del ajedrez de 64 años. Uno por casilla. No fue el mejor jugador, ni el más correcto desde luego. Pero gracias a su enorme espíritu de esfuerzo desarrolló una técnica prodigiosa que le llevó a lo más alto, donde quedará para siempre.

Feliz 0x7D8

Para la mayoría de los sistemas, las campanadas se reducen a incrementar el contador del número de segundos transcurridos desde el 1 de enero de 1970, y así seguirá siendo al menos hasta el 2038, siempre y cuando sobrevivamos a 2036 –que esa es otra–.

Para la mayoría de los humanos el tránsito requiere mayores ceremonias, aunque supongo que en el fondo todo se reduce a lo mismo: un contador, un dato, un calendario nuevo, después de haber recibido raudales de SMS genéricos con mensajes copiados y pegados hasta el infinito. Pero en fin. Este año me niego a hacer balance, todo ha sido demasiado confuso. Me niego a hacer planes para el futuro: es todavía más confuso. De momento creo que me conformaré con llegar a mañana.

Lo que sí me apetecía de verdad era desearos a todos que tengáis un feliz año. Gracias por estar ahí leyendo esto. Aunque la cosa ha decaído un poco –supongo que por mi nefasta regularidad– es fantástico saber que hay tanta gente al otro lado.

Que sepáis, malvados, que no me olvido de nada. Que llevo meses maquinando en silencio la vuelta del huevo frito. Que llevo meses calentando mis neuronas para que sean capaces de escribir sobre sus equivalentes artificiales, como en los viejos tiempos.

Un montón de ideas. Poco tiempo para llevarlas a cabo. Creo que, definitivamente esa es la mejor predicción que soy capaz de hacer sobre el año que comienza… Bueno, eso y que será bisiesto.

Orgullo cani

Atención: Este artículo fue publicado el 28 de diciembre, fecha en cual en España es costumbre gastarse bromas entre amigos o conocidos. Este artículo es una de esas bromas.

Como sabéis, siempre he estado muy ligado al mundo cani a todos los niveles –realmente es toda una forma de vida– y quienes me conozcáis en persona sabréis que tanto mi actitud como mi apariencia externa (con mi pelo-cenicero, mis oros y mi ropa deportiva a la última moda) son baluarte de mi pertenencia a tan reconocida tribu urbana.

Mira qué oros (Fuente: Frikipedia)

Como informático, colaboré de cerca en el nacimiento de nuestro sitio web de referencia, todocanis.com. De hecho, y como supondréis, defendí encarnizadamente que se titulara nosolocanis.com, aunque mis compañeros no comprendían el giro lingüístico (ni acababan de ver porqué había de llamarse así si precisamente iba a tratar en exclusiva sobre el mundo cani…), por lo que finalmente se decantaron por un nombre más explícito para no llevar a la confusión a nuestros hábiles lectores.

Hoy quiero anunciaros que he llevado más allá dicha colaboración, y la he hecho extensiva hasta el punto de que a partir de ahora dirigiré este importante sitio web, contando con la inestimable colaboración de Enrique Dans. Aunque evidentemente la evolución natural de nosololinux.com era convertirse en un blog dedicado a los canis, esto no será necesario gracias a este movimiento sin precedentes en la blogosfera española.

Como director, una de mis primeras acciones ha sido crear mi perfil en la web (hasta ahora había decidido mantenerme al margen), para darme a conocer entre los de mi especie, algunos de los cuales gozan de una gran y merecida popularidad

Nuevas ideas

Como nuevo director, buena parte de mi empeño irá dirigido a hacer cambios profundos en las secciones estrella de nuestro sitio, en particular, las fotos de nuestros oros (esta es mi favorita, porque sirve para mostrar al mundo nuestro poderío), el apartado de moda y cómo no, el dedicado al tunning, con impresionantes fotos sobre como tunear el Opel.

Buscando la fusión con el resto de nuestros blogs, pronto estrenaremos secciones sobre cómo tunear tu mac, cómo enviar las fotos desde Linux y cómo limpiar Windows de los virus que te coló el Jose, sin olvidar algo sobre la acción solidaria del cani. Amén de muchos y variados trucos para el Messenger.

Me pinchan y no sangro.

Foto | La Frikipedia

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El canon: guía de supervivencia

Hace relativamente poco tiempo que el debate sobre el canon ha llegado a los grandes medios y en consecuencia, a la calle. El problema que veo es que aunque la oposición al canon es prácticamente universal, hay un desconocimiento igual de amplio sobre nuestros derechos en este campo –quizás “gracias? a las campañas de “sensibilización? con las que los gobiernos nos educan para que renunciemos a nuestros derechos en favor del negocio de unos pocos–.

Así que creo que es un buen momento para comentar algunas ideas sobre el canon y sobre lo que podemos y no podemos hacer. Evidentemente, no soy un experto en derecho (y me dejaría matar antes de serlo), así que voy a limitarme a dar algunas pinceladas…

Tienes derecho a copiar

En España existe algo llamado el “derecho a la copia privada?. Este derecho nos habilita para copiar obras musicales sin restricciones, y no sólo como copia de seguridad, ojo. También podemos prestar o regalar estas copias a otros sin restricciones, siempre que no exista ánimo de lucro (Art. 270 del Código Penal). ¿Por qué el Estado permite esto? porque se entiende que la cultura es importante, y que es más importante el acceso a la misma que la justicia salarial para quienes la generan (esto debe de ser una moda hippie, porque sólo viene escrito en la Constitución…).

¿Qué se considera ánimo de lucro?

Recibir beneficio económico por esa copia, es decir, venderla. Sin embargo, las sociedades de gestión, como la SGAE, afirman que si copio un disco me ahorro el importe del mismo, por lo que lo hago con ánimo de lucro. Creo que todos somos capaces de apreciar la falacia, que en la práctica eliminaría por completo el derecho a la copia privada. ¿Por qué el legislador incluyó en la ley esa frase de “ánimo de lucro?? Lo que la ley prohíbe, fuera de interpretaciones sesgadas, es comerciar con esas copias, lo cual personalmente considero razonable. Esa es la verdadera piratería.

Así que, con independencia de lo que digan algunos, es legal copiar discos, llevarlos en el coche y regalarlos a los amigos si nos apetece. Y esto tampoco me lo invento, está respaldado por la ley y por resoluciones judiciales.

¿Y es legal descargar música del eMule?

Por supuesto que es legal. En un momento dado la música se volvió digital, y empezó a contarse por bits y no por átomos. La industria discográfica sigue empeñada en vender átomos (los discos), cuando lo que nos interesa a nosotros son los bits (la música). Tratar la música como información y no como un objeto nos permite dejarle un disco a un amigo sin necesidad de que exista una copia física: nos vale con transmitírselo de alguna manera. Las redes P2P (la mula, vamos) permiten realizar este intercambio. Dicho intercambio no puede considerarse una difusión, y tampoco lleva asociado un ánimo de lucro, luego es legal descargar música a través de Internet a través de una red de este tipo.

¿Por qué surgió el canon?

El canon nació como un intento por compensar a los artistas por las posibles pérdidas que pueda acarrearles que ejerzamos el derecho a la copia privada.

Es importante remarcar que el canon sirve para compensar esta copia privada, y no para compensar la piratería. Por tanto es incorrecto decir que pagar el canon legitima para piratear. Eso es dar la razón a quienes quieren privarnos de ese derecho, que saben jugar muy bien a la desinformación cuando les beneficia.

Recaudación del canon

El canon no es nada nuevo, se venía aplicando ya, por ejemplo, a las cintas. La cuestión es que hay que reconocer que un porcentaje muy elevado de las cintas que se vendían se usaban para copiar otras cintas o para grabar de la radio. Qué tiempos aquellos. Este canon no era tan injusto, aunque esto no quiere decir que fuera precisamente justo: durante mucho tiempo las entidades de gestión se beneficiaron de profesiones como el periodismo, que necesitaba hacer un uso intensivo de este material.

Pero vamos, que la mayoría de las veces las cintas se usaban para copiar música. Y este fue probablemente el inicio de la carrera de muchos artistas. Algunos de los cuales se permiten hoy hablarnos de justicia social y de cultura.

Cuando surgió el disco compacto es cuando todo se salió totalmente de madre. Porque si bien una cinta de casete se usaba casi siempre para almacenar audio, un disco es un soporte informático que tiene muchos posibles usos. Quiero decir que cuando mis padres iban de viaje hace años no guardaban sus fotos en una cinta, pero ahora sí que las guardan en un CD. En esta diversidad es donde la injusticia se hace más evidente, hasta el punto de haber convertido al canon en un impuesto totalmente arbitrario e injusto, además de desproporcionado.

No tiene sentido suponer que todo quien compra un CD va a utilizarlo para copiar un disco, como es absurdo pensar que alguien que compra un móvil multimedia va a utilizarlo para escuchar música.

¿Y ahora?

Ahora nada. Es deber de nuestros políticos recordar que los intereses de una industria con un modelo de negocio en crisis no son más importantes que los de todos los ciudadanos. Que la firma de cuatro culturetas en horas bajas no vale más que la de cientos de miles de contribuyentes. Que la cultura es un derecho, y no un privilegio. Que la sociedad de la información no se impulsa gravándola con impuestos. Que estamos inmersos en una nueva sociedad que será gracias a ellos o pesar de ellos, pero que será de todos modos.

Y es responsabilidad nuestra conocer nuestros derechos y exigir a nuestros políticos que los defiendan. Esta entrada quiere contribuir a ello: hasta ahora sólo me había centrado en criticar el canon (creo que mi opinión al respecto está más que clara), pero creo que siempre está bien ir más allá.

Vandalismo cualificado

En un lugar recóndito de la Facultad de Ciencias, en una pared exterior de la planta baja, justo enfrente de uno de los sitios donde tenemos clase los informáticos –casualidades– podemos encontrar esta pintada tan atípica en tiza…

Sólo para frikis

Por si acaso no se entiende en esta fotografía de móvil, la transcripción es:

[sourcecode language=»c»]
#INCLUDE <STDIO.H>
VOID MAIN(VOID)
{
PRINTF("HOLA");
}
[/sourcecode]

Que seguro que casi todos identificáis como código escrito en lenguaje C. Aparentemente el código es correcto, pero hay un fallo importante por el que este programa no funcionaría jamás tal como está escrito… A ver si a alguien se le ocurre y nos lo cuenta…