Tirarse el rollo

rollo.jpgHay que ver cómo nos gusta en este país hacernos los modernos. Se lo digo porque recientemente se ha inaugurado en mi facultad una red inalámbrica para que todos podamos conectarnos con el portátil a gusto.

En el portal de los servicios informáticos se informaba puntualmente y se proporcionaban algunos detalles ténicos. El caso es que hoy leí la noticia en la web del gabinete de comunicación (que mira que es horrible), y no puedo resistirme a compartirla con ustedes. Empieza diciendo:

[la Universidad] ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de incorporación de las nuevas tecnologías al proceso de aprendizaje universitario denominado “Wifi Lan?

Bueno, bueno, que es una red, en sí misma no sirve para mucho… si seguimos leyendo vemos:

Como complemento a la solución de acceso inalámbrico, basada en el fabricante Cisco Systems, se ha diseñado una robusta solución de seguridad perimetral, que proporciona a los usuarios de esta red un acceso seguro a las aplicaciones universitarias.

Ayer mismo, Dante me preguntaba bromeando si te van a pedir el carnet universitario en la calle para asegurarse de que no accedas sin permiso… ¡que envidia me dan los que viven cerquita de los edificios de la USAL! ¡Wifi gratis de por vida! :-P

El proyecto beneficia por un lado al profesorado que dispone de un nuevo concepto de enseñanza basado en la interactividad y, por otro lado, al alumnado que obtiene un acceso permanente a Internet y una herramienta que le permite recibir clases virtuales.

¿Clases virtuales? XDDD ¿pero esto quién lo ha escrito? Es lo más gracioso que he leído en mucho tiempo, claro, el Wifi va a traer la modernidad a nuestras aulas, ya me veo recibiendo clase de un cyborg vía wireless… «un nuevo concepto de enseñanza» anda venga, ya no cuela :-P

La red inalábrica nos traerá ventajas, como todo, y a mí me parece una buena idea. Pero no soporto la publicidad ridícula e hiperfuturista que hacen, sobre todo porque nos la prometieron para Enero y estamos en Mayo. Que no se engañen a sí mismos: es un avance, pero la tecnología en la USAL sigue llamando a la puerta: la web del servicio de publicaciones no se actualiza desde el 2000 (ver actualización). Esa es la verdadera universidad, y no la que nos quieren colar.

Actualización (Febrero de 2007): Informan en los comentarios de que la web del servicio de publicaciones ha sido remodelada por completo. En el artículo se hace referencia a que a fecha de Mayo de 2006, dicha web llevaba seis años sin actualizarse.

Guía crítica para elegir ordenador (y II)

RamEn la primera entrega de esta guía hablamos sobre procesadores, buses y cachés, y cómo influyen en el rendimiento. Pero si quiere velocidad con mayúsculas, equipe a su ordenador con mucha memoria RAM. La RAM (Random Access Memory, Memoria de Acceso Aleatorio) es un tipo de memoria que se inserta en plaquitas en las tripas de las computadoras. Es una memoria de acceso muy rápido, mucho más que un disco duro: por eso se utiliza para almacenar los datos temporales con los que estemos trabajando. Para que lo entendamos, sería como la bandeja de documentos que tienen algunos directivos sobre el escritorio: almacena el trabajo actual, y cuando ese trabajo se convierta en definitivo, se archivará en su lugar correspondiente. Para quien utilice esos documentos, es más sencillo y rápido cogerlos de la bandeja que bajar al archivo. Bueno, pues esto viene a ser lo mismo.

RAM hay de muchos tipos y velocidades, y evoluciona constantemente, así que no voy a liarle hablándole de un montón de siglas imposibles de recordar… puede guiarse por la cantidad que tenga instalada. Para funcionar con Linux 128 Mb sobran en la mayoría de las distribuciones, aunque con más de 512 Mb la cosa irá bastante mejor. Si usa Windows XP, 256 Mb funcionan bien, pero personalmente creo que es mejor idea tener 512 Mb. De todos modos, y siempre desde mi óptica, el número mágico es 1 Gb. Con esto todos los equipos corren que se las pelan.

Los principales distribuidores de informática personal están montando entre 2 Gb y 4 Gb, actualmente. La cuestión es que usted rara vez tendrá una carga de 3 Gb en la memoria, salvo que trabaje con herramientas profesionales muy específicas (y muy complicadas). Por otro lado, si instala 2 Gb puede que al principio le sobre, pero con vistas al futuro será una buena idea, puesto que los programas cada vez necesitan más recursos. Aquí puede dejarse aconsejar, pero tenga presentes sus necesidades…

Otro parámetro que ha experimentado una evolución asombrosa es la capacidad del disco duro. Hace unos siete u ocho años, se comercializaban discos de entre 4 y 10 Gb. Hoy en día el tamaño medio está situado entre los 80 y 100 Gb, aunque en mi opinión 40 Gb sobran. Una vez más, no se deje deslumbrar por los números: probablemente nunca llenará 200 Gb salvo que se dedique a la edición de vídeo (por ejemplo).

Y ahora vamos a ver algunos detalles: si tiene un disco grande, le vendrá bien una grabadora de DVD para cuando llegue el complicado momento de la copia de seguridad. No descuide el equipamiento como una buena tarjeta gráfica, aunque si no va a utilizar videojuegos en su equipo le valdrá con una normalita: las buenas cargan mucho el ordenador y pueden llegar a ser muy caras. Preste atención a que tengan «memoria dedicada», que quiere decir que no utilizarán la memoria principal de ordenador, sino que utilizarán una pastilla exclusiva que traen instalada.

Las tarjetas de sonido son, hoy en día, sencillamente excelentes. Si se dedica a la música o le gusta disfrutarla gástese un poco más y compre una realmente buena. Pero ojo: no se fume 200€ en una tarjeta de sonido y luego la conecte a unos altavoces de 2€ porque habrá hecho muy mal negocio. Cuide la proporción de los componentes que adquiera, y no se gaste 1000€ en el sonido para terminar escuchando emepetreses de gomaespuma (lo cual es muy respetable y divertido, pero no requiere una gran calidad…). Puede sonar obvio, pero no debe serlo tanto cuando uno ve las cosas que ve… :-P

Una vez más: consulte, busque, sea crítico, no se fíe. Respecto a la velocidad, si quiere que las aplicaciones se incien rápido y que el SO tarde poco en arrancar, es mejor poner mucha memoria RAM, el procesador no influye tanto como nos venden… bien, hasta aquí nuestra pequeña guía, espero que le haya gustado…

Guía crítica para elegir ordenador (I)

En la FAQ de todo informático está la pregunta «voy a comprarme un ordenador, ¿cuál elijo?». El mercado evoluciona muy rápido, pero como en SF somos gente tranquila, vamos a dar algunas guías generales para la complicada tarea de encontrar un buen ordenador. Y sobre todo para no dejarnos saturar ni convencer por argumentos y datos irrelevantes…

Como estímulo y recompensa para los más perseverantes, al final del post les regalo una herramienta de soporte a la toma de decisiones que sin duda les resultará de más utilidad que la mayoría de los vendedores de equipos y la publicidad del fabricante… ¡no use la barra de desplazamiento, que le veo!

Bien, lo primero es elegir arquitectura. Como por algún motivo todo el mundo parece preferir un PC a un Mac, vamos a centrarnos en los primeros. Sólo apuntar que los Mac son todos bastante buenos, aunque de vez en cuando los modelos recientes presentan algún problema. En general resultan aunque un poco más caros, y como todo, tendrán inconvenientes que espero ir descubriendo. Pero eso es otra historia. Ahora vamos a los PC, que son los ordenadores de toda la vida (que ningun maquero me lapide por decir esto)

El primer parámetro importante es el tipo de procesador y la velocidad del mismo. El procesador es el «cerebro» del ordenador, y la intención es que sea lo más rápido y barato posible. Actualmente, en la informática personal se comercializan preferentemente procesadores de Intel y AMD. Generalmente los AMD son más baratos y ya están disponibles masivamente en 64 bits, mientras que los Intel más extendidos solo pueden funcionar a 32 bits, auunque esta situación no va a dudar mucho tiempo.

Una explicación accesible a todo el mundo de qué son los 32 y los 64 bits nos llevaría varias entregas y tampoco es tan importante. Le basta saber que un microprocesador de 64 bits tendrá un rendimiento superior a uno de 32, aunque hasta que todo el hardware y el software se diseñe específicamente para ello no veremos grandes avances.

Me he ido por las ramas, pero creí conveniente aclararlo. Personalmente, no me atrevo a recomendar Intel o AMD, puesto que no quiero ser descuartizado por los partidarios de ninguno de los dos bandos. Mi PC de sobremesa es un AMD K-7 y funciona a las mil maravillas. Por su parte, Intel ha desarrollado recientemente una tecnología muy interesante, denominada Intel Core Duo, que en la práctica significa que el ordenador rinde bastante más.

Aparte del modelo y el micro y la marca, nos suelen vender la velocidad, medida en GHz. Dados los sistemas actuales, desde mi punto de vista existe muy poca diferencia entre 1 GHz y 2 GHz. Alguien puede pensar que el doble de velocidad debe notarse de alguna manera, pero sucede que 1 GHz es una velocidad tan elevada que apenas apreciaremos una gran mejora con respecto a 2 GHz. Además, si por ejemplo la memoria funciona a una velocidad menor que el procesador, éste va a tener que «esperarla», lo cual ocasiona que el rendimiento real sea menor del esperado. Esto mismo sucede para el resto de dispositivos. Así que no se deje deslumbrar por los números espectaculares.

Hay otros parámetros más importantes que la velocidad del micro, como la del «bus«. Podemos ver a un bus como un cable que une diferentes dispositivos dentro del ordenador. El procesador es como la capital del país, con un tráfico muy pesado, aunque más o menos llevadero. La capital necesita comunicarse continuamente con las provincias, al igual que el microprocesador necesita comunicarse con la memoria o con la tarjeta de lo que sea. Las carreteras que unen la capital con las provincias equivalen al bus.

Si este bus es lento es como si comunicamos a Madrid con el resto con caminos de cabras (bueno, ahora que lo menciono…), lo que supondría que la capital iba a funcionar funcionando a un rendimiento muy bajo debido a las malas comunicaciones… Por eso es necesario prestar atención al dato de la velocidad del bus, concretamente del frontal. Ahora creo que funcionan a unos 667 MHz, y van bastante bien. Téngalo presente.

Otro parámetro bastante desconocido relacionado con el microprocesador es la memoria caché. La caché es una memoria muy muy rápida (y por tanto muy cara). Por eso los ordenadores no tienen mucha, en torno a los 2 MB actualmente. La caché, más o menos, son unos circuitos que además de funcionar muy rápido están cerca de la CPU, para que así el acceso a los datos sea aun más eficiente.

¿Para qué sirve la caché? Normalmente los datos, cuando son accedidos por la CPU, se copian en la caché, de modo que los sucesivos accesos son más rápidos (el procesador no tiene que «irse» hasta la memoria principal constantemente, lo cual es mucho más lento). No voy a dar más detalles porque nos saldrían raíces, le basta saber que se trata de un parámetro interesante que debería tener en cuenta.

Insistiré próximamente sobre ello: sea crítico. Conozca lo que compra, sea consciente de sus necesidades, no se deje llevar por la simpatía de los vendedores y ofertas del estilo «Wooow» o «yo no soy tonto», que pretendan de alguna manera anular su capacidad de discernir… y sobre todo, compare. Bien, dicho esto, y ya que lo prometido es deuda, les presento un fantástico artefacto que sirve como soporte a la toma de decisiones:

Ayudante

Con lo que me despido hasta la siguiente entrega ;-)

¡Hola, Mac!

Me he convertido al Mac. Empieza una nueva vida, y quiero que ustedes me acompañen en ella: voy a aprovechar la ocasión para escribir aquí mis impresiones, de vez en cuando les iré contando cómo marcha la cosa, y creo que será una buena forma de dar a conocer estos fantásticos ordenadores, como por ejemplo el que tengo delante en este instante.

Pero ¿qué eso del Mac? En los inicios de la informática personal, dos grandes potencias se disputaron el dominio del mercado: IBM, con sus equipos PC (Personal Computer), y Apple con sus computadores Mac. La batalla la ganó IBM por motivos que no vienen al caso, pero Apple continuó fabricando sus equipos y dándoles un toque diferente para mantener su cota de mercado. Haciendo breve una larga historia, Apple se mantuvo en un grupo de usuarios algo minoritario. Sus competidores la creyeron muerta, a raíz sobre todo del fracaso del Cube, si bien ha demostrado recientemente que sigue siendo competitiva, con el lanzamiento del famoso iPod y de su nueva gama de equipos personales.

Los Mac han sido tradicionalmente equipos muy fiables, quizás por ser fabricados sólo por Apple, lo que permite controlar mejor la compatibilidad entre las características. Sin embargo, hasta hace un tiempo arrastraban varios problemas: falta de programas que funcionen en Mac y múltiples incompatibilidades con los PC en general y Windows en particular. Hoy en día, me permito considerar estas dificultades superadas. Cada vez hay más software para los equipos de la manzana y la compatibilidad es casi perfecta, salvando las diferencias fundamentales entre los dos mundos. Además, desde hace unos meses los Mac están disponibles con procesadores Intel, lo que en la práctica supone que puede instalarse Windows, lo cual hasta hace un tiempo resultaba imposible.

Todos éstos motivos me han impulsado en este salto, con el que espero perder de vista la informática Windows, o al menos verla menos… De momento me siento completamente satisfecho con mi decisión. El equipo, un MacBook Pro me parece técnicamente perfecto. Es pequeño, ligero, está lleno de detalles de calidad, tiene un diseño muy evolucionado (al contrario que los PC, que siguen siendo iguales que hace diez años) y uno siente que se ha gastado bien el dinero.

Los Mac traen su propio sistema operativo, el MacOS. Nunca lo había utilizado en serio, como mucho alguna vez en la facultad, y a pesar de ello la experiencia está resultando bastante interesante. Me hago algún lio, pero realmente está bien construído. Parece estable (ni un solo problema hasta el momento), el diseño es amigable, la funcionalidad está autoexplicada y es muy intuitivo. Los programas se instalan arrastrando un icono a una carpeta y funcionan al instante. Viene acompañado de un buen número de aplicaciones, no tantas como en los Linux pero más que en Windows.

Ya ven que hasta ahora estoy encantado con el invento, espero no tener que arrepentirme de esto que escribo hoy. Tengo el presentimiento de que no lo haré.

¿Por qué Silicio?

Seguro que ya saben que los componentes informáticos están construídos de Silicio, y de hecho, éste es el elemento «padre» de la electrónica. Pero ¿por qué?

Silicio

El motivo fundamental, aparte de su abundancia (hay Silicio a patadas) es que éste material es un semiconductor. También se usa el Arsenuro de Galio (AsGa), si no me falla la electrónica que aprendí hace dos años (a veces me sorprendo a mí mismo con esta información latente) que tiene peores características que el Silicio.

¿Qué son los semiconductores? Nos han enseñado desde pequeños que los materiales conducen o aíslan la electricidad, pero esto no parece del todo cierto. Así, existen los semiconductores, que son materiales que conducen o no de acuerdo con ciertas condiciones en las que se encuentren. Suministrando cierta energía podemos conseguir que conduzcan la electricidad, e incluso regularla, al «romperse» la barrera aislante que separa la banda de valencia de la de conducción:

Bandas de energía

¿Y qué tiene que ver todo esto con la informática? Bien, tenemos que irnos a los inicios del invento. En los ordenadores, la información se transmite mediante impulsos eléctricos, como en el cuerpo humano. Sin embargo, no nos sirve un valor de tensión constante: un cable transmitiendo 5 voltios permanentemente no informa de muchas cosas. Lo que nos permite transmitir información son las variaciones de la tensión de los circuitos: combinaciones de voltaje, del estilo «ahora 5 voltios, ahora nada, ahora otra vez 5 voltios…» a las que podemos asignar un significado en código binario…Resumamos: hemos dicho que para transmitir información en los ordenadores necesitamos poder regular la electricidad en las conexiones. Ahora bien, si tenemos elementos (como los semiconductores) que pueden conducir electricidad o no dependiendo de la energía que les apliquemos… ¿no podríamos usar semiconductores para regular la tensión eléctrica que pasa por los circuitos del ordenador? Evidentemente la respuesta es que sí. Y de ahí viene precisamente su importancia…

Esos viejos cacharros

Los ordenadores son calculadoras grandes y bonitas, pero calculadoras al fin y al cabo. Sin embargo las tiramos a la basura, aunque un día nos fueron útiles. Así que la pregunta es: ¿podemos reciclar esos ordenadores?

Vamos a pensar en una máquina que haya quedado anticuada hace tiempo, por ejemplo una del modelo i80486 (del año 1989), conocido como «486», a secas… Éstos equipos son capaces de ejecutar Windows 95 por los pelos (y tanto…). Pero quedaron miserablemente anticuados. Llegó el Pentium, una revolución en su momento y con su ascenso cayeron en el olvido. Quienes sólo intentaban vender más y más, nos convencieron de que había que cambiar, rendirse a la nueva generación de bla bla bla… ya se sabe.

En general las empresas utilizan una cantidad muy significativa de recursos en intentar que consumamos más. Y en la informática, nos han convencido que todo se actualiza, que hay que renovar el equipo cada seis meses y que lo mejor es olvidarse cuanto antes de los viejos trastos.

Bien, es posible que en la práctica un ordenador medio quede obsoleto en pocos meses, pero eso no significa que quede inútil o que haya que tirarlo a la basura. De hecho, salvo que lo queramos para cálculos complicados o para el juego de moda (lo que es más habitual…) no deberían importarnos más o menos gigaherzios, megas de memoria o lo que sea.

El episodio más desgraciadamente divertido lo viví hace unos meses. En el instituto donde trabaja un familiar retiraron los ordenadores de los despachos, unos flamantes Pentium III, para sustituirlos por otros más modernos, Pentium IV. Sin embargo, uno se pregunta qué necesitan hacer en un instituto de secundaria que no es posible en un PIII, que sigue siendo tan bueno como cualquier otro procesador a la hora de manejar una base de datos o un documento de texto. De hecho, seguramente obtendrían más rendimiento si se ampliara la memoria de los PIII (se puede comprar mucha memoria por el precio de un PIV). Pero supongo que estas consideraciones no importan a los políticos, quienes habitualmente prefieren sus números («se han comprado mil ordenadores para los institutos de la región») que un incremento real de la eficiencia, o que el aprovechamiento de los recursos.

No sé por qué se ven ordenadores en la basura, y de hecho, ordenador que veo tirado, ordenador que me llevo a casa. Es como recoger gatitos abandonados, sólo que en vez de cuidarlos les arranca uno los componentes para otros gatitos…. vaya, creo que he puesto un ejemplo muy malo :-P. Digamos mejor que es como recoger piezas de Lego del suelo. Al final uno consigue hacerse un juego completo…

Un 486 o un Pentium I pueden realizar muchas tareas interesantes. Un Pentium puede ser un servidor de impresión o un banco de pruebas para componentes. En un 486 se puede instalar Windows 95 y experimentar cuanto se quiera. Aunque Windows requiere cada vez máquinas más potentes para funcionar, no ocurre lo mismo con Linux, que va bien en casi todos los sistemas.

Los Linux en su mayoría pueden funcionar en modo texto en la mayoría de los 386 y 486, dependiendo de la memoria RAM que tengamos instalada. Existen distribuciones específicas para instalar en éstos equipos, con entornos gráficos muy optimizados, que funcionan de maravilla.

Quien escribe tiene un 486 funcionando con Debian en modo texto y va como un tiro (dentro de sus posibilidades). Antes tenía Windows 95 y aquello era un infierno… No les voy a mentir diciendo que utilizo este equipo a diario, pero cuando todo falla está firme en su posición dispuesto a ayudar a terminar esa práctica rebelde. Otro 486 está artísticamente decorado y monta Windows 3.11, más que nada por tener algo, aunque a veces ha sido útil tenerlo a mano. También tengo un Pentium I con Windows 98 y Mandrake en modo texto, con su arranque dual y todo. ¿Por qué tengo Windows 98 instalado a estas alturas? Muchas veces aprende uno cosas y trucos pasados de moda que solo funcionan en este sistema, y no está de más tenerlo a mano. Además, es un ordenador perfecto para hacer pruebas con material peligroso sin remordimientos. Uno me lo regalaron, los otros los tenía ya, así que no me he gastado ni un duro.

Hay muchas formas de poner un ordenador antiguo a funcionar. Incluso se puede crear un clúster con un montón de equipos y volar libre… Bien, imaginemos que alguien le regala un equipo anticuado, o se lo encuentra en la basura de una oficina bancaria ¿cómo reciclarlo?

  1. Destrípelo sin piedad. ?bralo, estúdielo (si modifica algo anote cómo estaba antes de tocarlo). Observe las conexiones, los circuitos. Límpielo con una aspiradora pequeña o un paño seco. A conciencia. No puede imaginarse usted cuántos componentes se queman por culpa del exceso de polvo ni cuantos ventiladores se bloquean llevándose consigo media placa base. Un ordenador tiene que estar limpio.
  2. Conecte un monitor y un teclado, un ratón si se puede. Obtenga información sobre el tipo de procesador, la cantidad de memoria y el disco duro. Si es un 486 puede instalar Windows 95, aunque en su lugar yo instalaría un Linux. Hay miles de distribuciones reducidas que arrancan en uno o dos disquetes, busque.
  3. Investigue en los archivos que contenía el ordenador, si encuentra algo útil guárdelo. Luego formatee el disco, repárelo si es necesario e instale un sistema operativo, el que haya elegido.
  4. Busque una utilidad para el equipo. Ahí van algunas sugerencias:
    1. Miembro de clúster (sólo modo experto)
    2. Servidor de impresión
    3. Proxy
    4. Cortafuegos
    5. Servidor de una base de datos pequeña
    6. Almacenamiento de ficheros compartidos
    7. Servidor de hardware compartido
    8. Banco de pruebas de software
      1. Análisis de rendimiento
      2. Estudio de virus

Y seguro que me dejo un montón de cosas… éste es un mundo enorme, explórelo. Sólo he dado aquí unas guías, espero que quienes lean esto cambien su forma de ver estos viejos trastos. En su momento fueron proezas tecnológicas, y la evolución normal de los sistemas los ha dejado en la cuneta. Pero se merecen otra oportunidad, seguro que aún pueden serle útiles, y además ayudará usted al planeta, que ya no puede con tanta basura…

El protocolo Patata Caliente

patata.jpgA petición popular, voy a explicar cómo nos las arreglamos para diseñar un protocolo que permitiera jugar a la patata caliente por Internet. Normalmente los servicios que se ofrecen en Internet (Web, email, noticias, telefonía, intercambio de ficheros…) están soportados por protocolos específicos diseñados a tal efecto. Así, por ejemplo, el servicio web es soportado por el protocolo HTTP, y el de intercambio de ficheros por el protocolo FTP.

Todos podemos ofrecer un servicio en Internet: sólo necesitamos un servidor que permita la ejecución de tal servicio. Por ejemplo, yo puedo crear un servicio que sume dos números. Creo un programa que «escuche» en la línea telefónica de mi ordenador peticiones de realizar una suma. Cuando recibe una, la procesa y devuelve al equipo que envió la petición y los números, la suma de ambos. Todo esto puede sonar complicado, pero en realidad es muy sencillo. De ahí su éxito. De hecho, la red Internet como cableado e infraestructura es solo eso: un esqueleto. Los músculos son los servicios.

Una vez que tenemos un servidor ofreciendo una funcionalidad, necesitamos un cliente. En el programa que suma dos números, el cliente enviaría al servidor un saludo y los dos números, y quedaría a la espera del resultado. Éste esquema es el más utilizado en la teleinformática, y se denomina «modelo cliente-servidor» por razones obvias.

Cuando se nos planteó el desafío de crear un servicio «Patata Caliente» nos asustamos un poco, pero luego vimos que en realidad es algo muy simple. Hicimos un programa en lenguaje C del que no puedo dar código ni detalles hasta que mi compañero de prácticas realice la defensa en el mes de julio, para evitar que alguien presente un código equivalente y le suspendan…

Esencialmente, el programa se pone a la escucha de las peticiones que entren por un puerto concreto. Cuando le llega un «Hola» se pone a trabajar, enviando una pregunta. Un ejemplo de pregunta es «¿Cuándo mide el Everest?». La pregunta llega al cliente, que queda a la espera de que el usuario escriba la respuesta. Cuando se teclea un número, el cliente envía la respuesta dada por el usuario al servidor. El servidor la compara con la solución, y según sea mayor, menos o igual que la respuesta que proporcionó el usuario, responde. También decrementa el número de intentos y lo envía de vuelta.

El programa cliente recibe si el dato que el usuario proporcionó es la solución. En ese caso, presenta un mensaje de enhorabuena. En otro, indica si la respuesta es mayor o menor a la última dada. Comprueba asimismo que el usuario se encuentre dentro del número de intentos permitido.

El esquema es sencillo: el cliente se encarga interactuar con el usuario, como lo hace con nosotros el Firefox. Envía las respuestas de éste al servidor, quien se encarga de procesarlas adecuadamente, como hace un servidor web cuando el navegador solicita una web.

Espero haber aclarado algo. Tal vez esta información sólo sirva a quienes tengan algo más de experiencia en informática, pero siempre está bien tener una idea, al menos aproximada, de cómo funcionan las cosas.