El poder del Lego: Escaneando Libros

Me consta que, por lo menos, una lectora de este blog es documentalista :-) Los profesionales de este campo suelen enfrentarse a la necesidad de digitalizar cantidades significativas de información. Información que, a menudo, suele estar escrita en libros.

Si hace un tiempo mencionaba que alguien había construído una Máquina de Turing con Lego, hoy presento el escáner automático de libros:

shuttle_front.jpg

En la imagen no se aprecia, pero el invento es capaz, conectado a un ordenador, de pasar las páginas de un libro y escanearlas una a una… En ésta web, el creador da más detalles. También hay una animación de la máquina en funcionamiento (espectacular), y los pasos detallados para construírlo… Simplificando, se trata de unir un escáner convencional a un dispositivo realizado con Lego que se encarga de pasar las hojas.A pesar de la baja calidad de las imágenes, merece la pena verlo. A mí es que estas cosas me dejan fascinado…

Deprímase: El límite computacional

Vamos a imaginar una extraña máquina… una máquina que consta de simplemente de una cinta de papel y un cabezal que sea capaz de hacer estas tres acciones:

  • Moverse una posición a la derecha o a la izquierda
  • Leer un caracter
  • Escribir un caracter

Parece sencillo, ¿no? Esta máquina se conoce como Máquina de Turing, en honor a su creador, Alan Turing. Y es bastante sencillo construir una. Hay quien ha optado por el Lego, aunque también podemos simular una con papel y lápiz…

Ahora agárrese a la silla: esa máquina inocente puede hacer exactamente lo mismo que su potente ordenador. Dicho de otro modo más impactante: no podrá hacer nada con su ordenador que yo no pueda hacer con mi máquina de Turing.

Piense en algo que pueda hacer con su equipo, lo más complicado… puedo jurarle que la máquina de Turing puede hacerlo. Probablemente más despacio, pero lo hará… ¿Se lo imagina? Esto no es vudú ni magia negra, sino que se debe al hecho (dramático) de que un ordenador no es más que una máquina de Turing.

mt.jpg

Si queremos una explicación más detallada, tenemos que entender que los ordenadores no son más que unos dispositivos que computan, esto es, que calculan cosas a partir de otras cosas. Dibujar algo en una pantalla no es una tarea complicada para un ordenador, en absoluto… sus problemas vienen cuando se trata de realizar operaciones o decidir sobre problemas… de hecho, si pudieramos meter en una bolsa todos los problemas del universo, veríamos que los ordenadores sólo son capaces de resolver unos pocos… Otro día comentaré algunos problemas que los computadores convencionales jamás podrán solucionar…

El panorama es un poco deprimente… mi potente equipo no puede hacer nada que no pueda hacer la máquina de Lego que comentaba antes… esto, en teoría de computación se conoce como el «límite computacional», que delimita esa pequeña porción de problemas en los que los ordenadores se sienten cómodos… Este límite no ha cambiado, ni cambiará… los ordenadores son capaces de resolver problemas que antes no podían resolverse en un tiempo razonable, pero no hacen nada ahora que no pudieran hacer antes.

Alan Turing postuló que el poder de su máquina llegaba hasta el mismo límite computacional. Y parece que no se equivocó…