En mi última visita a Salamanca he podido comprobar que el ayuntamiento ha instalado varias cámaras de vigilancia en diferentes zonas de la ciudad, lo cual es, cuanto menos, de una legalidad cuestionable. Por supuesto, ninguna de esas zonas parece peligrosa en absoluto.
La cuestión es que alguien ha decidido denunciar la situación a su manera y se ha dedicado a pintar, junto a cada cámara, la siguiente obra de arte 1:
Mientras queden personas dispuestas a contestar así a la ignorancia institucionalizada, no estará todo perdido.
1: Para entender el mensaje en toda su dimensión conviene conocer que la famosa rana (la misma que hay que tratar de localizar en la fachada de la Universidad de Salamanca) reposa sobre una calavera. De nada :-P