Como saben, desde el mes de mayo formo parte de ese reducido porcentaje de usuarios que tienen en su poder un Mac y que además lo utilizan como herramienta principal de trabajo. Pues bien, creo que ha llegado el momento de poner en común mi experiencia en este nuevo y apasionante universo…
En este primer post les comentaré las características de la máquina que tengo en casita, sus virtudes y sus defectos, con lo que estaremos listos para entrar en consideraciones más complicadas. Tengo prometida una entrada a David (¡no me olvido!) donde intentaré responder a la pregunta de si realmente vale la pena saltar de PC a Mac. Lo veremos próximamente.

Les escribo desde un MacBook Pro, (la gama profesional de los portátiles Apple). El equipo tiene un procesador de doble núcleo Intel Core Duo a 1,83 Ghz, 2MB de caché de nivel 2, un bus frontal de 667 Mhz, 1GB de memoria RAM y creo que no me dejo nada significativo. En cuanto a gráficos, viene con una ATI con 128 MB. Tiene Bluetooth, Wireless y todas esas cosas que vienen en los ordenadores ahora… a mí, desde un punto de vista técnico, me convence bastante. Vale.
A mi juicio, lo mejor de los Mac es el grado de elaboración en el diseño de los equipos, realmente están en todo… como portátil, el MacBook tiene detalles muy interesantes, como su reducido tamaño, su diseño compacto y lo poco que pesa. Me gusta especialmente la pantalla panorámica (una vez que te acostumbras no sabes vivir sin ella…) que trae en su parte superior una cámara integrada (la iSight, con una velocidad y una resolución más que buenas). También trae un pequeño mando a distancia, el Apple Remote, para manejar el video o el audio, que por cierto tiene una calidad excelente para ser un portátil.
Aunque sin duda lo que hace que te enamores de la máquina son todos esos detalles de diseño que hacen que a muchos se nos caiga la baba. El cable de alimentación viene con un conector magnético (MagSafe, en la imagen) que se desconecta con facilidad por si alguien tropieza con el cable. El equipo incorpora sensores de luz que retroiluminan el teclado y ajustan el brillo de la pantalla en función de la luz ambiental. A mí estas «pijadas» me encantan, lo reconozco…
El lado oscuro
Bien, en principio todo es bonito, aunque sabemos que rara vez las cosas son tan perfectas (salvo en la publicidad del fabricante…). Principales fallos que he encontrado:
El primero, el precio. Son caros y con ganas (a partir de 1939 €), aunque mi opinión es que vale la pena. Lo segundo, los defectos. Apple sustenta el récord de menos equipos defectuosos del mercado, aunque muchos usuarios se quejan de fallos graves, que no se entienden en un equipo con este precio. El mío ha pasado por el servicio técnico aquejado de un ruido anormal en un ventilador que no han reparado (volverá :-P). De todos modos, en mi entorno inmediato se han comprado tres portátiles a lo largo del tiempo y los tres ha habido que llevarlos a reparar…
Más problemas. Se calienta como un condenado al infierno, y al ser la carcasa de aluminio a veces puede llegar a quemar un poco, aunque precisamente gracias a que es metálico se enfría muy rápidamente, así que yo se lo perdono. Hay personas que han presentado reclamaciones al sufrir quemaduras en las piernas… pienso que no es para tanto.
No engaño. Tiene defectos, como casi todo. A veces se pone tonto. Es caro. Pero cuando lo cierro antes de irme a dormir no puedo evitar pensar que es el mejor ordenador que tendré nunca. Hacemos tan buena pareja… :-P
Como me consta que me leen bastantes informáticos, les desafío a diagnosticar qué problema tiene el ordenador con las descripciones que doy (si falta algun dato se puede preguntar en los comentarios). Todos los acertantes recibirán una mención en el Salón de la Fama SF (SFSF) y un vale por una cerveza o refresco por cuenta de la casa (restringido a ciertas ciudades, eso sí… :-P). Bien, ahí va el problemilla:
El binario puede ayudarnos a transmitir datos, realizar operaciones lógicas y hasta a Fernando Alonso a contar sus victorias ahora que ya no le quedan dedos… La solución a tan complicado enigma será revelada, como siempre, al final :-P
En 

Los ordenadores son calculadoras grandes y bonitas, pero calculadoras al fin y al cabo. Sin embargo las tiramos a la basura, aunque un día nos fueron útiles. Así que la pregunta es: ¿podemos reciclar esos ordenadores?
Quien escribe tiene un 486 funcionando con Debian en modo texto y va como un tiro (dentro de sus posibilidades). Antes tenía Windows 95 y aquello era un infierno… No les voy a mentir diciendo que utilizo este equipo a diario, pero cuando todo falla está firme en su posición dispuesto a ayudar a terminar esa práctica rebelde. Otro 486 está artísticamente decorado y monta Windows 3.11, más que nada por tener algo, aunque a veces ha sido útil tenerlo a mano. También tengo un Pentium I con Windows 98 y Mandrake en modo texto, con su arranque dual y todo. ¿Por qué tengo Windows 98 instalado a estas alturas? Muchas veces aprende uno cosas y trucos pasados de moda que solo funcionan en este sistema, y no está de más tenerlo a mano. Además, es un ordenador perfecto para hacer pruebas con material peligroso sin remordimientos. Uno me lo regalaron, los otros los tenía ya, así que no me he gastado ni un duro.

