Vandalismo cualificado

En un lugar recóndito de la Facultad de Ciencias, en una pared exterior de la planta baja, justo enfrente de uno de los sitios donde tenemos clase los informáticos –casualidades– podemos encontrar esta pintada tan atípica en tiza…

Sólo para frikis

Por si acaso no se entiende en esta fotografía de móvil, la transcripción es:

[sourcecode language=»c»]
#INCLUDE <STDIO.H>
VOID MAIN(VOID)
{
PRINTF("HOLA");
}
[/sourcecode]

Que seguro que casi todos identificáis como código escrito en lenguaje C. Aparentemente el código es correcto, pero hay un fallo importante por el que este programa no funcionaría jamás tal como está escrito… A ver si a alguien se le ocurre y nos lo cuenta…

Selección de la buena

Los premios Darwin parten de la idea de que la especie humana se selecciona artificialmente –y por tanto mejora– a través de accidentes estúpidos en los que mueren o se esterilizan los miembros menos aptos, y se otorgan como reconocimiento a la entrega y sacrificio en pos de tan noble fin. Aunque mejor que yo lo explica el artículo de la Wikipedia:

[…] los Premios Darwin se conceden, generalmente póstumamente, al individuo que se elimina del acervo genético de la manera más espectacular. Sin embargo hay una excepción a la condición de morirse. Si un individuo no muere, pero queda incapaz de tener hijos sería elegible para el dudoso honor de recibir el premio mientras aún esté vivo.

Al parecer la historia es bastante antigua, pero yo no la conocía hasta que llegué a esta noticia vía Menéame, y la verdad es que se traen un cachondeo de lo más refinado… Pero sin duda lo mejor de todo son los ejemplos. Mi favorito es este:

3 de mayo de 2000: Arizona (EE UU). Un transportista del estado de Arizona probó un motor de combustión en su propio vehículo, un Chevrolet. En una carretera totalmente recta, el vehículo sale impulsado brutalmente. Durante cerca de 4 kilómetros alcanzó los 700 km/h, y tras esto, llegó a volar a lo largo de casi 3 kilómetros (unos 25 segundos) para acabar estrellándose en una gran roca. El cráter provocado por el vehículo fue de tres metros de profundidad. Los neumáticos, totalmente desgastados, y del conductor, los únicos rastros fueron un par de dientes, restos de uñas y porciones de cabello.

Hay muchos totalmente delirantes recogidos en la página web de los premios, entre los que destaco el salto sin paracaídas, o la ingeniosa decisión de jugar a la ruleta rusa con una pistola semiautomática (que no tiene tambor, de modo que dispara siempre…).

Premios Darwin

 

Hay una página en castellano donde traducen algunas de las mejores anécdotas. Las hay muy completas, como la historia del Chevrolet a reacción que he comentado, y otras muchas más breves aunque todas igual de absurdas e incluso estremecedoras. En principio todos los hechos son verídicos y están contrastados. Lo cual resulta todavía más escalofriante.

La ignorancia es la fuerza

El otro día asistí atónito a una escena de Operación Swordfish en televisión, y me acordé de algo que leí hace un montón de años en la revista @RROBA, que en tiempos era una publicación sobre seguridad bastante interesante. No tengo ni idea de cómo habrá evolucionado –pero creo que lo intuyo–.

A lo que iba. El artículo en cuestión, de Paul Brown, se titula «La ignorancia es la fuerza«, y se refiere al desconocimiento generalizado de la tecnología. Hoy lo recupero para publicar aquí una parte que me parece especialmente delirante.

[…] Una de mis áreas favoritas de estudio a este respecto son las películas de hackers que nunca cesan de asombrarme.

Tomemos el caso de La Red. En la cual, a pesar de su título, casi nada de lo interesante de la acción ocurre en la red del título. Asimismo aprendemos que los virus tienen un interesante interfaz gráfico. La pregunta del millón es ¿Cuándo aprenderán los señores guionistas que el momento más terrorífico con el que se enfrenta un usuario es cuando se enciende el ordenador y la pantalla… se queda en blanco? Vamos, que no hay nada peor, bueno si, tal vez enfrentarse a un escueto mensaje en el que se nos informa que el disco duro C: no contiene sistema operativo alguno, que por favor insertemos el disco de arranque.

En Operación Swordfish el espectador atónito asiste a la increíble proeza del hacker que consigue reventar el algoritmo RC5 de 128 bits de la RSA en 45 segundos mientras se le realiza una felación y se le apunta con una pistola a la sien. esto es una de las cosas que no se recomiendan intentarlo en casa… a no ser que se disponga de un cluster de varios centenares de superordenadores, te sobren cuatro o cinco meses para que se pongan a ello y puedas controlarte todo ese tiempo.

Sin embargo, mi película de hackers gilipollas favorita (la película, no los hackers; bueno, eso es también) es sin duda y precisamente, Hackers donde se pueden escuchar las inmortales líneas:

Kate: es demasiado máquina para ti.
Dade: tiene una velocidad de refresco alucinante.
Kate: Chip P6. Tres veces la velocidad de un Pentium
Dade: sí. Pero no es sólo el chip, tiene un bus PCI. Pero eso ya lo sabías.
Kate: efectivamente. La arquitectura RISC lo va a cambiar todo.
Dade: si. RISC está bien.

Si alguien alguna vez confundió el tocino con la velocidad, ése fue el guionista de Hackers. Es como si para investigar el asunto se acercó a la sección técnica de la biblioteca pública de su barrio y le echo un vistazo a los lomos de unos cuantos tomos:

Guionista: [silbeando a medida que lee con el dedo]
«In-tro-du-cción-a-la-Ar-qui-tec-tu-ra-RISC. Mola, este me vale.
Im-ple-men-ta-ción-del-bus-PCI. Este también. Ya he acabao».

El problema más común de los que escriben y dirigen en Olibú es que, aparte de no tener ni puta idea de nada, la tienen mucho menos de ordenadores y de hackers, lo cual da pie a no pocas mezclas de churras con merinas.

Quiero ser ecosexual

Siempre que leo una cosa así me acuerdo de aquella columna de Reverte que empezaba diciendo «si es que hay días que te dan el artículo escrito». Y no le faltaba razón.

El caso es que no sé cómo narices acabé rebotando hasta el sitio «nosotras.com», una publicación digital de gran profundidad y mayor compromiso social. Iba a poner que está dirigida a mujeres, pero me parece hasta insultante. Bueno, el caso es que recientemente nos han regalado un fantástico artículo sobre «cómo ser ecosexual«.

Me resulta francamente complicado resumir el concepto de «ecosexual» sin proferir blasfemias y amenazas, pero al parecer la cosa consiste en practicar sexo sostenible desde un punto de vista ecológico. Ya la idea es una gilipollez de esas que sientan época, pero es que el artículo es para cortarse las venas a mordiscos, y a las pruebas me remito:

Ahora además de separar los plásticos del vidrio, reciclar el papel, comer comida orgánica… ¡practica el sexo sostenible!

Empieza fuerte el tema… ¿comer comida orgánica? ¿Es que hay gente que no lo hace? ¿Alguien en la sala se alimenta de aluminio?

Bueno, aparte de esto el artículo en sí consiste en 10 reglas «para ser una bomba en la cama sin nuclearizar el planeta«. Arggggffmfmfm!!! que alguien me pegue un tiro. No puedo resistirme a poner las mejores (y las más útiles) aquí, para que os pongáis al día. Antiguos, que sois unos antiguos.

Cuidado con revolcarte en tu jardín
Si eso de practicar el sexo con tu pareja en el jardín te da mucho morbo ten cuidado porque puedes entrar en contacto con fertilizantes y pesticidas químicos y sufrir molestias, escozores… que te corten el rollo.

Incluso puede aparecer por tu espalda un gorila gigante y partirte por la mitad (eso sí son «molestias» y «escozores»), así que a ver qué hacéis en el jardín, pecadores.

La fruta de la pasión
Si te encanta jugar con las frutas para potenciar la libido, asegúrate que no sean transgénicas. […] aun no se sabe si los alimentos genéticamente modificados afectan sobre el apetito sexual.

¿Jugar con frutas para potenciar la líbido? ¿Asegurarme de que no sean transgénicas? ¿Pero alguien piensa en eso de verdad? Se me ocurren muchos comentarios graciosos y de dudoso gusto en relación con esto, pero creo que voy a ejercer el noble arte de la autocensura.

Cuidadín con los juguetes de plástico
Si te encanta recurrir a accesorios eróticos en vuestras prácticas sexuales, asegúrate de que no están fabricados de con PVC, una sustancia muy tóxica que al quemarse desprende dioxina. En su lugar, ¿por qué no pruebas con juguetitos hechos con productos naturales como el caucho, el cuero…?

… la madera, el hierro forjado, la piedra… ¡placer a raudales! ¡Encargue ya su vibrador de granito!

Juegos peligrosos
¿Por qué no jugar a los disfraces? Greenpeace propone que uno se disfrace de Bush y otro del presidente de la Cumbre de la Tierra, para ver si a través de la pasión desenfrenada se logra un acuerdo, aunque solo sea entre sábanas. Pero si no es así, recuerda que sólo es un juego.

¡Qué excitante! De todas formas, a mí si no es con un disfraz de Zaplana, no hay quien me encienda. Bueno, sí, una vez funcionó con uno de Labordeta.

En fin, diversión asegurada para el fin de semana (sobre todo leyendo los comentarios del artículo original). Si alguno ha probado los juguetes de piedra o hierro que por favor nos cuente su ecológica y dolorosa experiencia.

No te vayas todavía…

Del Diccionario de la RAE:

Lameculos
1.
com. vulg. Persona aduladora y servil. U. t. c. adj.

En otro orden de cosas sin relación con lo anterior, Carmen Calvo Poyato, ejemplo de integridad moral, decencia, firmeza y gran talla política, ha abandonado hoy el puesto de Ministra de Cultura.

Emprendedora de campañas de gran importancia y calado social, como su audaz proyecto de vestirse en público con elementos de todos los diseñadores españoles de la A a la Z, destacó también por su defensa de la cultura como expresión popular, alejada de la influencia de entidades de gestión como SGAE, a quienes plantó cara representando con singular eficacia los sentimientos del pueblo que la sustenta.

Como consecuencia de ello, la relación de Calvo Poyato con Teddy Bautista fue tradicionalmente complicada y estuvo presidida por una enorme tensión mutua. La ministra incluso llegó a negarse a compartir la misma mesa con el capo de la SGAE (acepción 2 de capo), como muestra la siguiente imagen:

Amistades peligrosas

Tras su nombramiento, su frenética actividad en favor de nuestros derechos constitucionales convirtieron a Calvo Poyato en una de las políticas más queridas y respetadas por nosotros.

Todos los ciudadanos comprometidos con la cultura lamentamos su marcha. Y deseamos que César Antonio Molina, sustituto de tan insigne personaje, defienda igual de bien los intereses de la mayoría. Nuestro nuevo Ministro de Cultura es, además, todo un experto en nuevas tecnologías y goza de un amplio conocimiento de medios como Internet, como se desprende de su biografía.

Hasta mañana, corazones.

Demasiados errores

La mayoría de los procesadores de textos llevan mal el vocabulario técnico, pero hasta el otro día nunca había visto a ninguno morder el polvo de una forma tan graciosa (y tan lamentable).

Me estoy refiriendo a esto:

heganado.png

En resumen, que como hay muchos errores no los muestro. Bien pensado, sí señor.

¿Que qué hago con el Office para Mac? No, um… est… errrr… en realidad… no es mío, es de un amigo. No sé cómo ha llegado aquí, lo juro, si ni siquiera sé qué es… Err… eeen realidad se lo estaba guardando a un colega. Sí, eso.

No, en serio, a veces no tengo más remedio que usar esto (confesión entre sollozos). Me siento sucio.

En realidad quise decir…

Hay que reconocerlo: mentimos como bellacos a la hora de elaborar la documentación de los sistemas, así que para facilitar el trabajo a quienes tengan que leer algún proyecto software, aquí dejo una pequeña guía de traducción inversa.

Donde dice: «La interfaz se ha elaborado siguiendo criterios de usabilidad y de integración en el sistema…«
Debe decir
: Se lo enseñé a los amigos y les gustó mucho

«Se han ejecutado pruebas unitarias documentadas que nos permiten establecer un correcto comportamiento del sistema…»
He hecho algunas pruebas y parece que no peta.

«Cabe destacar la sencillez del entorno, dirigido a escenarios concretos de uso y a permitir un uso intuitivo del mismo…»
Casi no tuve tiempo para hacer la interfaz.

«El sistema puede ejecutarse en una amplia variedad de sistemas y configuraciones…»
No tengo ni puta idea de dónde funciona ni dónde no, pero en mi ordenador tira.

«Dicho subsistema se puede considerar una caja negra a efectos de la documentación…»
No recuerdo qué hacía el subsistema en cuestión.

«Se ha elegido el lenguaje de programación X por ofrecer las mejores características para el problema que nos ocupa…»
Sólo se programar en X.

«Para la documentación se han utilizado formatos abiertos como OpenOffice…»
Lo hice con el Word y luego lo importé. Soy así de miserable.

«Es evidente que…»
Me da pereza explicarlo.

Marketing viral

Esto es publicidad de la buena. Nos acercamos al contenedor y lo abrimos para pedir un pulpo a la gallega, pero por algún  extraño motivo nadie nos atendió. En fin, estoy hablando de esto:

Pulpo

La foto está tomada en el Paseo de la Estación, Salamanca, nuevo centro de peregrinaje friki a partir de este día. Para quien no lo pille, hay que decir que en esta ciudad algunos comercios marcan de alguna forma los contenedores que tienen asignados.

Corrupción

En favor de mi profesionalidad diré que lo que sigue no es cierto, aunque está basado en hechos reales…

Día 1

Mi primer día de trabajo. Empiezo a las 9, y a las 8:59 estoy entrando en la oficina. Saludo a todos con una sonrisa, voy a mi despacho y enciendo el ordenador. Minutos después estoy trabajando. A las 15:10 me doy cuenta de que debería haberme ido ya, apago el ordenador y finalmente, a las 15:15 salgo de la oficina, no sin antes despedirme de mis compañeros. Ha sido un día productivo.

Día 2

Llego a la oficina a las 9:00, saludo a todos y voy a mi despacho. Hoy hay bastante más trabajo. Permanezco toda la mañana frente al ordenador, y sólo entro en Internet para comprobar que el servidor funciona. Configuro la cuenta de correo de la oficina en mi equipo. A las 15:10 apago el ordenador y me voy a casa.

Día 3

Llego a la oficina a las 9:05. No pasa nada por esos cinco minutos, me digo, y llevo razón. Saludo rápidamente a mis compañeros y me pongo a trabajar. A las 12, como siempre, me llaman los del despacho contiguo para bajar a tomar un café. No he querido bajar ningún día de los anteriores porque sólo trabajo 6 horas y no creo que esté bien tomarme ese descanso. Finalmente la morena de contabilidad me convence y bajo con todos. 30 minutos después subimos de nuevo, qué bien me ha sentado el café solo. Trabajo a gran velocidad el resto de la mañana. A las 15:05 apago el ordenador y cinco minutos después salgo a la calle.

Día 4

Vaya tráfico. Llego a la oficina a las 9:30, no saludo a nadie y me pongo a trabajar. Hoy no me concentro mucho, así que me doy una vuelta por los blogs que leo. Me distraigo un rato y sigo trabajando, hasta la hora de tomar el café. 50 minutos después volvemos todos a la oficina y seguimos trabajando. El refresco y el pincho estaban de muerte. A las 15:00 apago y me voy. Ha sido un día productivo.

Día 5

Llego otra vez tarde, pero nadie me dice nada. Me he dormido, y al levantarme no pude consultar el correo. Así que pienso que no ocurre nada por mirarlo en la oficina. Me conecto, leo y contesto algunos mensajes. Aprovechando, me doy una vuelta por mis suscripciones de Google Reader (ya que estoy conectado…). Me leo tres o cuatro artículos y trabajo una hora, hasta que me interrumpen para preguntarme si quiero bajar a tomar un café. No creo que deba, pero la monera de contabilidad me mira desde su mesa. El caso es que 50 minutos más tarde vuelvo a incorporarme al trabajo. Me voy a las 15:00 exactamente, porque me siento algo estresado.

Día 6

Otro día más. Alguien me pide que le mande unos ficheros, y para no configurarle el ftp me instalo el Messenger y se los envío. Total, aquí lo usa todo el mundo… al final nos pasamos una hora larga hablando entre todos. Cuando por fin cierro, consulto mi correo y mis blogs. Comento en un par de ellos. Me voy a poner a trabajar, pero entonces toca bajar a tomar un pincho. Un par de cañas después vuelvo a subir a la oficina y sigo trabajando. Con lo que tarda mi ordenador en cerrarse, empiezo a apagar a las 14:55 para salir a las 15:00, que es mi hora.

Día 7

Aunque vuelvo a llegar casi media hora tarde, hablo con el jefe y me comenta que está contento conmigo. Genial, me digo, aunque en el fondo sé que podía ser más productivo. Anoche estuve con los compañeros tomando unas copitas y tengo una resaca de narices, qué bien que no se ha dado cuenta. Como no me apetece hablar con nadie me encierro en el cuarto de servidores y allí me paso media mañana a 50ºC pensando en mis cosas. Aprovecho para borrar mi historial de navegación, que no quiero que se den cuenta de que leo los blogs en horas de trabajo.

Día 8

Nunca me había dado por publicar en mi blog en el trabajo, pero anoche no tuve tiempo y hoy me paso a publicar el borrador que dejé. De paso borro el spam, contesto algunos comentarios, y repaso las estadísticas. Reviso el correo, respondo a los mensajes y leo mis suscripciones, que tengo 40 entradas pendientes. Cuando termino todo arranco el messenger y me pongo a trabajar duro. Minutos después son las 12 y envío un mensaje por la red para que bajemos todos a tomar el café, sin embargo, toca esperar a uno de administración que está muy ocupado. Le apago el ordenador remotamente y me hago el loco. Hoy la cosa ha estado de lo más animada, nos hemos tomado tres cañas cada uno y volvemos a la oficina de muy buen humor. Minutos antes de las 15 apago y me largo.

Día 9

Hoy estrenan capítulo de Cálico Electrónico y nos juntamos todos en el despacho a verlo, aprovechando que el jefe no anda por aquí. Monto el proyector y lo vemos en tamaño cine, una pasada, he quedado como el enrollado. Sin embargo, cuando quiero darme cuenta son casi las 11 y yo sin mirar el correo. Lo reviso, respondo a algunos, entro en mi blog a contestar los comentarios y revisar las estadísticas, leo las entradas atrasadas por RSS y después de tomar un par de cañas me paso el resto de la mañana hablando con la de contabilidad por messenger. A las 14:30 me paso por el servidor para borrar mis rastros y aprovechando que no hay nadie, configuro el eMule en mi puesto, que tengo que bajar algunos manuales.

Día 10

Hoy he llegado sin desayunar, así que me preparo un café nada más llegar. Estoy tomándomelo tranquilamente cuando entra en mi despacho el jefe de sistemas. Hablamos un rato, es un tipo majo. Al final me cuenta que los de administración saben el tiempo que trabaja cada uno por las horas a las que los ordenadores se conectan al servidor central. Tomo nota mental del dato y configuro mi equipo para que arranque todos los días a las 8:55. Ahora sí que puedo llegar cuando quiera. Redistribuyo el ancho de banda del router para que me deje más a mi y a mi eMule, que tengo que bajar unas pelis para la de contabilidad. El resto de la mañana pasa rapidísimo. Casi no tengo tiempo de tomarme las cañas, hablar con los colegas por el messenger, leer el correo, consultar las suscripciones y postear en mi blog. Al final casi no me he movido del despacho en todo el día.

Día 11

El jefe está muy impresionado por la cantidad de horas que me ve concentrado frente al ordenador, sin apenas pestañear. Ha decidido que me merezco un aumento de categoría y de salario.

Ya sé por qué estudié informática.